“El presidente Trump está creando este tipo de conversación porque los latinos estábamos pasivos, aunque quiero que lo destituyan de su cargo”, dijo el concejal Ydanis Rodríguez en el primer encuentro sobre el liderazgo latino llamado Summit on Latinos (SOL). La charla se llevó a cabo en la Escuela de Trabajo Social Silberman, adscrita al Hunter College y localizada en El Barrio de Manhattan.
Alrededor de 500 personas asistieron a esta cumbre en donde se estudió la realidad que viven los latinos en la ciudad de Nueva York con el fin de desarrollar una agenda, aunque en el pasado se han realizado encuentros similares.
“Necesitamos aprender de la historia y de otras comunidades étnicas”, añadió Rodríguez, máximo gestor de esta cumbre y quien desea ser el presidente del Concejo ahora que tiró la toalla Julissa Ferreras Copeland, que aspiraba a ese cargo.
La cumbre fue organizada por los Centros de Estudios Puertorriqueño, Dominicano y Mexicano, todos del sistema educativo universitario de CUNY. Fue notoria la participación de estudiantes y profesores de CUNY, además de organizaciones sin ánimo de lucro que se limitaron a hablar de sus servicios. No hubo representantes de la comunidad.
La concejal Melissa Mark-Viverito habló al comienzo de la crisis de Puerto Rico que está “destruyendo la educación”. Ramona Hernández, directora del Centro Dominicano, criticó la falta de movilización para defender a Puerto Rico, “aunque nosotros los académicos no podemos protestar, sino presentar informes y hacer alianzas”.
En esta cumbre no se habló de la crisis del Desfile Nacional Puertorriqueño por haber nombrado a Oscar López Rivera como “héroe”, aunque el rumor de la renuncia de su presidenta Lorraine Cortés-Vásquez, después de esta parada, corrió como pólvora. Una crisis que puede tomarse como una oportunidad para reflexionar sobre el liderazgo latino en Nueva York con el fin de fomentar un nuevo activismo entre mexicanos, ecuatorianos, colombianos, argentinos, etc. La nueva generación.
El congresista Adriano Espaillat insistió en que los latinos “tenemos que buscar una voz colectiva, educarnos, tener buena salud y estudiar, porque el poder no se mendiga”. El contralor de la ciudad, Scott Stringer, fue más allá: “Necesitamos crear bienestar económico entre todos latinos, apoyar las empresas minoritarias que sólo reciben el 4.8% de los contratos de la ciudad y enfrentar a las grandes corporaciones porque no representan los intereses del pueblo”.
Jaime Estades, presidente y fundador del Instituto de Liderazgo Latino, moderó un panel sobre derechos civiles y participación política e hizo énfasis en los derechos y las obligaciones de los votantes. “Nueva York se halla rezagado con respecto a otros estados en cuanto al proceso de votación, es necesario cambiar el sistema y hablar del voto digital y el voto anticipado y por supuesto, del Jerrymandering” que delinea los distritos para excluir a las minorías y favorecer el establecimiento blanco.
Eddie Cuesta, director ejecutivo nacional de Dominicanos USA, dijo que “cada 30 segundos un latino cumple 18 años en esta nación y puede votar. Por eso nuestra organización en tres años ha nacionalizado a más de 148,000 latinos en Nueva York”.
Thoe Oshiro, de de Make the Road NY, dijo que su organización apoya “el voto de los indocumentados en las elecciones municipales”.
Murad Awawdeh, director de participación política en NY Immigration Coalition, dijo que las comunidades étnicas tienen que hacer coaliciones, comunicarse y “pensar los asuntos globalmente para actuar de manera local”.
“La historia es importante, debemos trabajar en las comunidades y dejar las rencillas porque nuestra pelea es mucho más grande”, dijo Alondra Nelson, decana de Ciencias Sociales en Columbia University. Angela Fernández, directora ejecutiva de la Coalición del Alto Manhattan para los Derechos de Inmigrantes, añadió que “es imposible ganar sin coaliciones y hay que abrir la mente, escuchar y tener coraje”.
“Tolerancia de opiniones contrarias y respeto a los demás son las dos reglas de esta reunión y no estamos obligados a pensar igual”, dijo Edwin Meléndez, director ejecutivo del Centro de Estudios Puertorriqueños y quien al final de la cumbre hizo un balance de los 10 paneles. En resumen, la salud es un derecho, hay que preservar los sindicatos, el progreso económico está ligado al acceso a vivienda a bajo costo y a capital, el abuso policial afecta la vida de las familias y políticas como stop & frisk no deben tolerarse.
De los 10 paneles, sólo uno fue dedicado a inmigración. Jessica Orozco Guttlein, de la Federación Hispana, resumió así este panel: “La ciudad puede hacer mucho por proteger a los indocumentados, pero no puede otorgar documentos porque es un asunto federal. Nueva York es una ciudad santuario, pero se necesita dinero y determinar mejor los objetivos de esos fondos. Necesitamos unirnos, obtener más servicio de salud mental para los inmigrantes y vigilar a los políticos electos para que sean responsables”.
Es obvio que el tema de inmigración ha secuestrado la discusión en los medios de comunicación en español y está ausente en los medios anglosajones. Además, el rol de la prensa en español en el presente y el futuro de la comunidad latina no se discutió. La dinámica que se creó con “Salvemos El Diario”, que impulsó al concejal Carlos Menchaca a realizar una audiencia en el Concejo de NY el año pasado, no tuvo impacto alguno en el periódico o la comunidad latina. Aunque Menchaca si hizo énfasis en la ausencia del tema de su comunidad homosexual en esta cumbre, además de la relación entre los latinos y los musulmanes.
La cumbre obvió temas específicos como las causas del desplazamiento de los latinos y negros de la Sección 8 en Brooklyn, el proyecto de construcción de Willets Point en Queens o la precaria colaboración entre las organizaciones comunitarias sin ánimo de lucro, cuya alianza con el Partido Demócrata es cuestionable. Temas espinosos.
El esfuerzo de los Centros de Estudios Puertorriqueño, Dominicano y Mexicano, de algunos políticos y de la Federación Hispana es valioso, pero debe buscarse un camino que se fundamente en temas específicos y que incluya a nuevos activistas latinos. Además, es posible que CUNY no sea el escenario adecuado para estos debates que buscan crear un paradigma ideológico y práctico por el futuro de la comunidad latina y la ciudad de Nueva York.
Al final de todo, el poder no se mendiga…
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