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Source: El Diario
Subject: Education Justice
Type: Media Coverage

“Me sentía como una criminal”

Todas las mañanas Christine Rodríguez tenía que esperar entre media hora a 45 minutos antes que pudiera pasar por el detector de metales en la escuela secundaria Bushwick Campus, en Brooklyn, donde cursó sus estudios superiores.

“Me sentía como una criminal, yo iba a la escuela para estudiar y para aprender, no es para que haya la presencia de esas máquinas”, dijo la joven de 17 años que se graduó de esa escuela en junio pasado.

A Rodríguez, de ascendencia dominicana, nunca le preocupó que a su escuela alguien fuera a llevar un arma. “Mis compañeros eran buenos, no eran problemáticos. Nos sentíamos muy mal que se estuviera invirtiendo dinero en ese tipo de cosas y no se invirtiera en más consejeros”, señaló.

Cifras recopiladas por la Unión de Libertades Civiles de Nueva York y el servicio de noticias WNYC, determinaron que al menos 193 escuelas secundarias tienen detectores de metales y aproximadamente 91,000 alumnos -que representan un tercio del total de la población estudiantil de la ciudad– son escaneados a diario.

El uso de estos dispositivos en las escuelas le produce sentimientos encontrado a Karen Jaimes, madre de un menor de 11 años que acude al sexto grado en la escuela intermedia 219 en El Bronx y en cuyo recinto funcionan dos escuelas más (Frederick Douglass Academy III Secondary y la escuela charter Kappa). Allí todos los alumnos deben pasar por las máquinas escaneadoras para poder ingresar.

“No conozco a los estudiantes de las otras escuelas, y entonces me siento segura que los revisen a todos. Pero al tiempo me siento mal porque los están tratando como criminales”, dijo la mexicana.

La molestia de Rosalinda Alvira no es sólo porque su hijo de 16 años tenga que pasar por el detector, sino porque a ella también la someten al mismo escaneo cuando lo acompaña a la escuela superior Harry Struman, en El Bronx, donde el menor cursa el décimo primer grado.

“Los estudiantes tiene que hacer una fila larga y quitarse literalmente todo, mientras que a nosotros los padres que estamos envueltos en cosas de la escuela también lo tenemos que hacer. Es más insoportable aún la mala actitud que tienen los guardias tanto con los alumnos como con los visitantes”, dijo Alvira.

En toda la ciudad casi la mitad de los estudiantes que pasan a diario por el detector son afroamericanos, 48%, seguido por los alumnos hispanos que representan el 38% de los que son sometidos a la misma práctica. Los asiáticos y los blancos son el 14% cada uno.

De los más de 90,000 estudiantes que pasan a diario por estos dispositivos, el 43% son alumnos que cursan programas de aprendizaje de inglés.

Analizan cambios

Al comentar sobre el futo de estos aparatos de seguridad, Jason Fink, portavoz del Departamento de Educación (DOE), se refirió a un paquete de recomendaciones hechas en julio pasado por el Equipo de Liderazgo de la Alcaldía sobre Ambiente Escolar y Disciplina, en el cual se incluyó la “implementación de protocolos para mejorar el proceso de escaneo y quitar los detectores donde sea apropiado”.

El paquete con 10 propuestas, y que es analizado por el DOE, tienen como objetivo mejorar el clima en las escuelas con altos índices de arrestos, citaciones y suspensiones; reducir las disparidades raciales y de educación especial en la aplicación de medidas disciplinarias e incentivar a las escuelas a adoptar políticas de disciplina que apoyen el éxito a largo plazo de los estudiantes.

Fink recordó que es esencial “que los estudiantes se sientan seguros y apoyados en la escuela y nosotros ya hemos promulgado importantes reformas para mejorar el clima escolar, la capacitación del personal, cambios del protocolo para llamar al 911, reducción de suspensiones y muchas otras medidas destinadas a disminuir los conflictos”.

De acuerdo a informes de WNYC en el año escolar 2013-2014 fueron encontradas 712 armas gracias a los detectores de metales.
El uso de detectores de metales se implementó en la década de los 80 bajo la administración del ex alcalde Edward Koch. Su predecesor David Dinkins amplió el programa en 1992, después de un tiroteo registrado en la escuela superior Thomas Jefferson en Brooklyn.

El despliegue actual es el resultado de la iniciativa “escuelas de impacto”, que implementó la administración del ex alcalde Michael Bloomberg, que duplicó el número de efectivos policiales asignados a escuelas específicas, instituyó una política de cero tolerancia para las infracciones de las reglas y comenzó el programa de detector de metales itinerante.

Detectores de metales en cifras

• 91,111 estudiantes de escuela secundarias pasan por detector de metales a diario.
• 33% total de los estudiantes de escuela secundarias en la ciudad de Nueva York.
• 48% son estudiantes afroamericanos.
• 38% son hispanos.
• 14% son asiaticos.
• 14% son blancos.
• 43% son esstudiantes en programas de aprendizaje de ingles.

Porcentaje de estudiantes por condado que tienen que pasar por detector de metales

• 62% El Bronx.
• 42% Brooklyn.
• 26% Manhattan.
• 20% Queens.
• 0% Staten Island.

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