A poco más de siete meses de haber iniciado su gestión, no todas son rosas para la canciller de Educación Carmen Fariña. Entre sus críticos, tal vez menos esperados, se encuentran organizaciones como Make the Road y padres que consideran que la superpoblación escolar no es una prioridad para la nueva administración.
En total —educación elemental, junior high y high school— la ciudad cuenta con 1,700 escuelas públicas operando en 1,400 edificios. Según estadísticas de la Dirección de Educación (DOE), 36% de dichas escuelas están superpobladas. En algunos casos, según una auditoría de la oficina del contralor municipal Scott Stringer, el exceso de alumnos llega al 67%.
El problema es más agudo en la escuela elemental. En la ciudad, hay 336,449 alumnos de primaria que asisten a 10,492 salones de clase, un promedio de 32 alumnos por clase. El target de la DOE es de 20 niños por clase entre kindergarten y 5º grado, y de 28 a 30, entre 6º y 12º grado.
En el sistema de educación pública de Nueva York, los alumnos deben asistir a escuelas ubicadas dentro del distrito escolar en el que residen, pero la superpoblación obliga a muchos pequeños a viajar más de una hora para asistir a escuelas con vacantes disponibles. Para los padres con más de un hijo anotado en establecimientos distintos, la rutina matinal puede ser un verdadero calvario.
En la década de 1990, la administración de Rudy Giuliani ideó una solución transitoria: habilitar tráilers como salones de clase. Lo transitorio se volvió permanente; según cifras oficiales, hoy funcionan 321 tráilers a los que asisten 7,158 alumnos (muchos más si se cuentan clases de arte y música).
El exalcalde Michael Bloomberg prometió eliminar estos espacios, pero sólo logró una reducción mínima. Al mismo tiempo impulsó la co-ubicación de escuelas—cuando dos instituciones comparten el mismo edificio—y la expansión de las escuelas charter, que contribuyeron al aumento de la población escolar.
La administración De Blasio ha agregado más presión al sistema mediante la generalización del preescolar y la continua expansión de las charter.
En una reunión de padres en mayo pasado, Fariña admitió que es “muy difícil mantener dos promesas simultáneamente”, refiriéndose al preescolar y a la reducción del número de estudiantes por aula.
El actual presupuesto asigna $480 millones para eliminar los 321 tráilers en cinco años. Fariña nombró también un grupo de trabajo conformado por padres y educadores para discutir el planeamiento de espacios escolares.
El mes pasado, Fariña anunció que los tráilers ya no serán contabilizados en el Blue Book (Libro Azul), el reporte anual de estudiantes inscritos que determina qué escuelas tienen capacidad para compartir espacio con otras.
“El hacinamiento ha sido un problema históricamente grave en las escuelas de la ciudad, por lo que esta administración está comprometida a trabajar agresivamente para combatirlo”, dijo Fariña a El Diario en un comunicado.”La mayoría de los nuevos asientos los hemos creado en los distritos más abarrotados”.
Ese dudoso honor le corresponde a los distritos 24 y 30(Corona, Elhmurst) en Queens, condado que además tiene la mayor superpoblación escolar del país.
El concejal que representa esos distritos, el demócrata Daniel Dromm, es también presidente de la comisión de Educación del Concejo Municipal. “Un tercio de nuestras escuelas están superpobladas, no es algo fácil de resolver”, afirmó. “Para atacar la raíz del problema es necesario construir nuevas escuelas”.
Leonie Haimson, directora ejecutiva de la organización Class Size Matters, concide con Dromm, pero cree que la nueva administración no ha designado suficientes fondos para tal fin.
“Para lo único que se aumentó el presupuesto es para preescolar, programas after school y escuelas charters”, dijo Haimson.
El presupuesto de la DOE asigna $4.4 miles de millones durante los próximos cinco años para crear 39,000 asientos adicionales (33,000 de ellos en los distritos más superpoblados), pero Haimson sostiene que el verdadero déficit es 100,000 asientos. “Si no se corrige este desfasaje, el problema de la superpoblación empeorará”, aseveró la experta.
Haimson ve también con malos ojos que la responsable de atacar este problema en la actual administración sea la vicecomisionada Kathleen Grimm, que estuvo también al frente de este tema durante los 12 años de la administración Bloomberg, a quien Haimson considera responsable por el agravamiento de la situación. El Diario intentó comunicarse con Grimm, pero un portavoz del DOE indicó que la funcionaria no está disponible para entrevistas.
“Hasta que no tengamos números honestos, no se podrá conocer la verdadera necesidad”, afirmó Haimson. “Las medidas tomadas son un buen primer paso, pero todavía queda mucho por hacer”.
“Sólo están los hierros de la estructura”
Dionisia Romero (39) relata que su hijo Jay (6) pasa casi dos horas y media por día en el bus para ir y volver desde su casa en Corona, Queens, hasta la escuela en la que cursa primer grado, en Long Island City. “La escuela que le corresponde es la PS 19 pero la lista de espera era tan grande que me lo enviaron temporalmente a la PS 110”, explicó la madre.
El exceso de alumnos en la PS 19 —que comparte edificio con otra escuela— es tan severo que se tuvieron que instalar salones de clase adicionales en tráilers. Romero dice que la hay hasta 35 estudiantes por clase, cuando lo normal sería un máximo de 28.
Pero la PS 110 es inadecuada para impartir clases ya que no cuenta con calefacción o aire acondicionado. La asociación de padres es la que paga por el servicio de internet para los 132 alumnos.
Supuestamente, el traslado de Jay a esta escuela durará dos años, mientras se construye una nueva escuela en su zona. La construcción comenzó, pero Romero duda que esté terminada a tiempo. “Yo lo que veo son puros hierros de la estructura, no me parece que se termine el año que viene”, manifestó.