Intensas horas se vivieron en Cooper Union. Decenas de inquilinos, se armaron de pancartas y se apostaron en familia, esperando buenas noticias de la Junta de Reglas de Alquiler. Pero no fue así.
"Le salieron lágrimas, creía que íbamos a perder la casa", dijo una inquilina [Se Hace Camino Nueva York miembro Maria Najera].
Pese a constantes pedidos de que no impongan aumentos a las tarifas de renta estabilizada, en tiempos de crisis para muchos neoyorquinos, la Junta decidió incrementar en 3.75% los arrendamientos renovados por 1 año. Y en un 7.25% los arrendamientos renovados por 2 años.
Dejando a muchos pensando en que va a ser de su futuro.
"Para mi que soy madre soltera, es muchísimo!. Están aumentando pero no arreglan los apartamentos", dijo una inquilina.
"Vamos a tener que cortar cosas, como los alimentos", dijo otro inquilino.
Para los inquilinos, estos aumentos representan un sacrificio, y para los propietarios de los edificios no son suficientes para afrontar los costos de mantenimiento.
"Claramente los propietarios se están quedando atrás. Van a tener que tomar decisiones difíciles. Muchos edificios son viejos y costosos de mantener. La disponibilidad de vivienda va a sufrir un impacto", dijo Joe Strasburg, Presidente de la Asociación de Estabilización de Renta.
Lo cierto es que nadie está contento con estos aumentos, pero entraran en vigor el 1 de octubre, dándole tres meses de plazo a inquilinos y propietarios para que hagan ajustes a sus presupuestos.
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