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Source: HOY
Subject: Workplace Justice
Type: Media Coverage

Bailarinas denuncian abusos

 

Dejando de lado la sensualidad a la cual apelaban cada noche para ganarse
la vida bailando por $2 dólares la canción, un grupo de ex bailarinas
del club Flamingo, ubicado en Jackson Heights, Queens, denunció ayer
una serie de abusos laborales, incluyendo el no pago de salarios, violación de privacidad y multas por faltar al trabajo.

Las ex empleadas, organizadas por Se Hace Camino al Andar NY,
presentaron una demanda colectiva que incluye, además, a meseros,
guardias y ‘discjokeys’.

“No teníamos salario fijo, ni horas extras, teníamos que firmar para ir
al baño y éramos obligadas a vestirnos con ropas que ellos decidían en
cuartos con cámaras de seguridad grabándonos todo el tiempo”, dijo la
dominicana Rosa López, quien ganaba en una buena noche “entre 200 y 300
dólares”.

Las mujeres agregaron que los dueños del local, un matrimonio peruano
colombiano compuesto por Edith D’Angelo y Luis Ruiz, les cobraban por
ingresar al local $11 dólares y entre 60 y 70 si faltaban por
enfermedad. Si la ausencia era por viaje, tenían que mostrar el boleto
de avión.

“Muchas veces nos insultaban llamándonos putas, feas y gordas, querían
controlarnos todo el tiempo, trabajábamos desde las 4 p.m hasta las 4
a.m, pero no nos pagaban”, afirmó la también dominicana Floricelda
Alonzo .

El grupo descartó que allí se ejerciera la prostitución y que tomaron el trabajo por necesidad.


Elizabeth Wagoner
, abogada de las ex empleadas, dijo que “trabajar sin
salario es ilegal, además estas chicas no son contratistas
independientes porque tenían una serie de obligaciones, como la hora de
llegada, el vestuario a usar, etc. No lo llamaría esclavitud, pero si
el empleador va tener el control, debe pagar un sueldo”.

Llamadas a los dueños no fueron respondidas ayer, pero Peter Rubin,
abogado del club, dijo a un periódico que “ellas rentaban el espacio
para trabajar y podían quedarse con todo el dinero que hacían”.