NUEVA YORK — El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, firmó ayer dos proyectos de ley [apoyado por Se Hace Camino a Nueva York] que limitan la colaboración entre la ciudad y las autoridades federales para intentar evitar así la deportación de inmigrantes que no representan un peligro para la sociedad.
“Casi un 40% de neoyorquinos nacieron fuera de este país y los inmigrantes ayudan a que la economía, la cultura y la vitalidad cívica de esta ciudad progrese”, dijo Bloomberg. “La ciudad valora las contribuciones de los inmigrantes y estos proyectos de ley forman parte de los continuos esfuerzos de esta administración para equilibrar la protección de la seguridad pública y la seguridad nacional con asegurar que Nueva York es la ciudad del mundo más abierta a los inmigrantes”.
El Concejo Municipal votó casi unánimemente a favor de ambas medidas en febrero, las que fueron oficialmente convertidas en ley ayer.
Todo se debe a la llegada del programa Comunidades Seguras a la ciudad el 15 de mayo del 2012, a través del cual las huellas dactilares de cualquiera que ingresa en una cárcel local o del condado son enviadas al Departamento de Seguridad Interna del gobierno federal, que las compara con datos en archivos migratorios.
Si el gobierno cree que un detenido se encuentra ilegalmente en el país o no es ciudadano estadounidense, la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) emite una orden de detención migratoria (“detainer” en inglés).
La orden pide que las autoridades locales retengan al sospechoso durante un tiempo adicional para evaluar si puede ser deportado y quedar bajo custodia federal. Las medidas aprobadas ayer permiten a la policía y al Departamento de Prisiones no cumplir con las retenciones en ciertos casos. Los inmigrantes sin historial criminal o acusados sólo de faltas leves quedarán en libertad.