Vecinos de la comunidad de Bushwick salieron a las calles a marchar en protesta contra los caseros negligentes que violan los códigos de vivienda y acosan a los residentes del área.
En el edificio donde reside José Alvarado (46) con su familia, las ventanas del primer piso están selladas con láminas de madera con un letrero que dice: “Keep Out” (Aléjese).
Y este letrero simboliza lo que —según los inquilinos— ha estado haciendo el casero Joe Fragala en este inmueble, localizado en el 1418 de la avenida Dekalb, Bushwick, Brooklyn, uno de los barrios más afectados por la gentrificación. Alvarado indicó que hace dos años, el casero les envió una carta diciéndoles a las seis familias (tres mexicanas, dos puertorriqueñas y una ecuatoriana) que les iba a aumentar el alquiler en unos $600, y si no lo aceptaban enfrentaban el desalojo.
De las seis familias, cinco aceptaron dinero del casero, quien les pagó de $5 mil a $7 mil para que entregaran sus apartamentos y se marcharan. Ahora sólo queda Alvarado, quien reside con su esposa María Pucha y sus hijos Bryan (7) y Anthony (5). Fragala le ofreció $20 mil para que se fuera, según Alvarado.
“Pero nosotros no hemos aceptado el aumento del alquiler porque es ilegal y estamos peleando en corte para que no nos desalojen”, dijo Alvarado, quien paga $1,100 de alquiler. “El casero ha cubierto las ventanas con plywood para darle al edificio la apariencia de abandonado y la policía me ha parado dos veces pensando que soy un intruso”, señaló el inquilino.
A este problema se añade la falta de mantenimiento que Alvarado, como trabajador de la construcción, ha remediado en parte porque —según dijo— él mismo ha tenido que reparar y pintar para mantener su vivienda habitable.
“A mi hijo Bryan le encontraron plomo en la sangre y tuve que quitar la pintura y pintar mi apartamento para proteger a mis hijos”, dijo Alvarado.
Decenas de residentes de Bushwick partieron desde el edificio donde vive Alvarado y marcharon por las calles del barrio hasta el 324 la avenida Central, en protesta contra los caseros negligentes que violan los códigos de vivienda y acosan a los residentes del área.
Luis Henríquez, abogado de Se Hace Camino Nueva York, organizadora de la marcha, dijo que el propósito de la manifestación “es llamar la atención pública, en anticipación al 1 de mayo, que es cuando el alcalde De Blasio va a anunciar su plan de vivienda, que incluye la construcción de 200 mil nuevas unidades asequibles”.
“Queremos que esas viviendas sean realmente asequibles, no para personas con ingresos de clase media, sino para personas pobres y trabajadoras”, dijo Henríquez. “También queremos pedirle al alcalde que luche por la preservación de la vivienda, ya que las viviendas bajo alquileres protegidos se están perdiendo, como en Bushwick, donde están llegando caseros que usan tácticas de hostigamiento, de no reparar, etc.”, agregó el activista.
La congresista Nydia Velázquez, quien participó en la marcha, dijo que muchos caseros que dejan de reparar sus edificios para obligar a los inquilinos a irse “deberían estar en la cárcel” y prometió usar “todas las herramientas a su alcance para solucionar el problema”.”Muchos neoyorquinos gastan el 50% de sus ingresos en alquiler y, sin embargo, tienen que vivir en malas condiciones debido a caseros negligentes y eso no puede seguir así”, dijo.
Raquel Navas, quien desde hace 24 años reside junto a su familia en el 98 de la calle Linden, mostró un cartel con fotos de su cocina y su baño totalmente desmantelados.
“El nuevo dueño del edificio, que lo compró en marzo de 2013, nos dijo que nos iba a reparar la cocina y el baño. Vinieron trabajadores, destrozaron todo en dos horas, y ya llevamos diez meses esperando que reparen”, dijo Navas, quien tiene que ir al apartamento de un vecino a usar la cocina y el baño. “Nosotros pusimos la queja en la ciudad y lo llevamos a la corte”, señaló.
Mensajes dejados a Joe Fragala, el casero de Alvarado, no fueron contestados hasta el cierre de esta edición.
Otra inquilina afectada es Lilian Cabrera, quien lleva 26 años residiendo en el 121 de la avenida Irving.
“A las dos semanas que los nuevos caseros (Silver Short Properties) compraron el edificio, nos cortaron el agua caliente y la calefacción, llamamos a la ciudad y a los bomberos, y apareció el casero anterior y rompió la laca y nos puso de nuevo los servicios”, dijo Cabrera. “Mi apartamento está en malas condiciones, hay paredes rotas, filtraciones y el casero no repara. Si lo que quiere es sacarme, no lo va a con seguir”, sostuvo.
En la última lista de los peores caseros de la ciudad, publicada por la oficina del Defensor del Pueblo, Brooklyn aparece en primer lugar con 207 de los peores caseros, seguido de El Bronx con 110, Manhattan con 41, Queens, con 20, y Staten Island con 4.
La ciudad de Nueva York pierde más de 10,000 apartamentos bajo alquileres regulados cada año. Desde 1997, se han perdido más de 300,000 unidades.
Las leyes de alquileres controlados protegen a los inquilinos contra aumentos masivos de alquiler y proveen protección contra desalojos sin causa. Más de 2 millones de neoyorquinos dependen de estas leyes para mantener sus alquileres a niveles asequibles.
En las Cortes de Vivienda de Nueva York, donde se radican cerca de 300,000 demandas de desalojo al año, más del 98% de los caseros son representados por abogados mientras que el 90% de los inquilinos no cuentan con representación legal.
Sonia Medrano, de la NY Community for Change, dijo que ellos les dan asesoría legal a inquilinos de Bushwick, pero la demanda es tan grande que a su organización llegan hasta 18 quejas al día, “por falta de calefacción, de reparación, de aumento de alquiler ilegal”.