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Source: El Diario
Subject: Immigration
Type: Media Coverage

Demanda a Su Casero por Asalto

Una inquilina de Brooklyn, que fue presuntamente golpeada por la conserje de su edificio cuando solicitó la renovación de su contrato, radicará una demanda hoy contra su casero en la Corte Suprema de dicho condado por asalto y otros daños.

La salvadoreña María Quintanilla, de 48 años, quien reside desde hace 16 años en el apartamento 3R del 198 de la avenida Knickerbocker, dijo que en junio de 2006 fue al edificio 255 de la calle Jefferson a pagarle el alquiler a su casero, David Meléndez.

Quintanilla manifestó que encontró a Meléndez enfrente de su edificio y le dijo que venía a pagarle el alquiler. Agregó que entonces la señora Karla Guevara (madre de los hijos del casero) se asomó a la ventana del segundo piso, bajó por la escalera, y le dijo que no quería el alquiler ni en cheque ni en money order, sino en efectivo, y que en vez de los $550 que pagaba, le diera 750 dólares, "porque me habían aumentado 200 dólares", explicó Quintanilla.

"Yo le contesté que estaba bien, que le iba a dar los 200 dólares, pero que quería el nuevo contrato", agregó Quintanilla, señalando que desde hacía más de seis años estaba residiendo sin contrato en el inmueble.

Según Quintanilla, Guevara le respondió que le iba a dar el nuevo contrato, "y en ese momento me dio un golpe en la cara y me dijo que ése era mi nuevo contrato por un año, y que si quería uno de dos años, me daba otro golpe".

La inquilina le dijo a la conserje que iba a poner la querella en la policía, y señaló que Guevara se burló de ella diciéndole que no le importaba.

Quintanilla puso la querella en la policía y Guevara fue arrestada dos meses después, "porque el detective asignado al caso no la encontraba".

"Me llamaron del cuartel para que yo fuera a firmar los cargos contra ella. Yo no recuerdo los cargos. Luego de eso ella mandó a un amigo de ella, hondureño, y me amenazó apuntándome con la mano, como si tuviera una pistola", dijo la inquilina.

La organización Se Hace Camino al Andar realizará hoy martes, 8 de mayo, una manifestación frente al edificio de Quintanilla para anunciar la demanda contra el casero y para pedir a al Concejo Municipal la introducción de la legislación "Ley de Prevención del Acoso y Vivienda Asequible", la cual busca darle mayor protección a los inquilinos contra el acoso.

El grupo afirmó en un aviso de prensa que el precio del alquiler en el mercado continúa aumentando, y por ello muchos caseros se valen de métodos no legales para sacar a sus inquilinos y así poder aumentar el alquiler de sus apartamentos. Explicaron que el "acoso" es el factor que más ha contribuido a la pérdida de viviendas asequibles en la ciudad de Nueva York, incluyendo la salida de las regulaciones de 13,000 apartamentos cada año. La manifestación de Se Hace Camino al Andar empezará a las 11 de la mañana.

Quintanilla dijo que poco después, Guevara fue a esperarla en la estación de tren de la calle Jefferson, y le pidió perdón por lo ocurrido.

"Ella me dijo: ‘Perdóname, yo quiero llegar a un arreglo contigo, porque yo sé que tuve la culpa’", dijo Quintanilla, quien agregó que le dijo que lo único que ella quería era respeto, y que le arreglaran su apartamento, el cual, según la organización Se Hace Camino al Andar, tiene 110 violaciones de los códigos mu nicipales de vivienda.

Karla Guevara, quien reside en el 255 de la calle Jefferson, no negó ayer haber golpeado a Quintanilla, aunque aclaró: "Yo no la golpeé como ella dice que la golpeé".

"Le pedí perdón por lo que hice. Lo que ella debe hacer ahora es pagarme los 9 meses de alquiler que me debe. Si ella quiere llevar el caso a la corte, pues allí estaré", agregó Guevara.

Ayer no pudimos contactar al casero David Meléndez porque, según Guevara, tiene varios meses con problemas cardíacos.

Las escaleras del 198 de la avenida Knickerbocker están a oscuras debido a que el alumbrado está deteriorado en el descanso del segundo piso. En el apartamento de Quintanilla, el baño no tiene ducha, por lo que ella tiene que asearse usando un recipiente con agua.

El baño además tiene las paredes rotas, con varios agujeros por donde, según la inquilina, entran roedores y cucarachas; la puerta de entrada tiene un lado desprendido y el techo tiene hoyos producto de las filtraciones.

El piso de la sala está despegado y, según Quintanilla, debido a una infección de chinches la familia se vio obligada a tirar a la basura los colchones y comprarse unos nuevos.

"Ellos aquí nunca fumigan. No nos dan agua caliente ni calefacción", dijo Quintanilla, quien explicó que el Departamento de Preservación y Desarrollo de la Vivienda (HPD) ha enviado a sus inspectores varias veces, los cuales han tomado nota de las violaciones.

Desde el día del incidente, Quintanilla no le ha pagado el alquiler al casero, como una forma de presionarlo a que realice las reparaciones.

"Le hablé al casero sobre el problema de las ratas y las cucarachas, y éste me dijo que pusiera en una tortilla las cucarachas, los ratones y las chinches y me las comiera como un taco", dijo Quintanilla.

Yolanda Lázaro, quien reside en el apartamento 1L del 255 de la calle Jefferson, dijo que ella tiene 20 años residiendo en el inmueble y el casero Meléndez "nunca nos lo arregla".

"Nos trata como si nosotros nos valiéramos nada. Sabe que somos ilegales (indocumentados) y nos amenaza con llamar a Inmigración", dijo Lázaro.