La semana pasada, Rafael Pérez (66) debía viajar de Nueva York a Washington para aparecer al lado del presidente Barack Obama en una conferencia de prensa en la que el presidente urgiría al Congreso a resolver el drama de los desempleados que se han quedado sin ayudas federales. El vórtice polar demoró la partida del tren, y Pérez no pudo llegar a su cita a tiempo.
Rafael es uno de los 1.3 millones de desempleados estructurales (aquellos que llevan más de 26 semanas sin trabajo) que se quedaron sin salvavidas económico después de que el Congreso aprobase un presupuesto que no incluye la extensión del programa de seguros por desempleo de emergencia (EUC) en 2014. Esto se había aprobado cada año desde que se inició la recesión en 2008.
“Ahora sólo tengo $112 en el banco para subsistir”, dijo Pérez, dominicano residente en Brooklyn que colabora con la organización proinmigrante Make the Road New York. “Envío todo el tiempo solicitudes a empresas para que me contraten, pero nadie quiere a un hombre de 66 años, aunque esté en forma”.
Esta semana, la Cámara de Representantes verá un proyecto que extiende esos beneficios, pero las perspectivas no son buenas: la mayoría republicana, que a finales del año pasado dejó expirar el EUC, se opone a aprobarlo.
La extensión del seguro le había permitido a Pérez mantenerse desde que perdió su último empleo en octubre del 2012. El trabajaba en una fábrica de chocolate en Rockaway, Queens, que dejó de operar después de sufrir serios daños por el huracán Sandy.
Pérez acumula también una deuda de más de $10,000 por préstamos que tuvo que pedir al banco para mantener a su mujer y a sus hijos, que viven en Dominicana, y para solventar los gastos de hospital de su madre, que murió recientemente tras sufrir un largo cáncer.
Desde que perdió su trabajo hasta el 29 de diciembre pasado, Pérez recibió por seguro de desempleo poco más de $200 semanales, de los cuales la mitad se iban sólo en pagar la renta.
“No sé ni cómo he podido cumplir con mis gastos hasta hoy”, señaló. “Me costó mucho esfuerzo venir a este país y nacionalizarme para ahora estar viviendo esta situación, aunque no pierdo la esperanza de encontrar otro trabajo”.
Según el Economic Policy Institute, no extender los seguros de desempleo haría perder al país 310,000 trabajos y 0.2% de su PIB.
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