“Regresa a la comunidad” fue el mensaje que varios miembros de diferentes organizaciones llevaron ayer a los dueños del Centro Comercial de Queens por medio de las 5,500 tarjetas firmadas por residentes de diferentes vecindarios, para que provea salarios justos a sus empleados, respete el derecho de sindicalizarse y que ofrezca un espacio para la comunidad.
‘Sí se puede, sí se puede”, gritaban los manifestantes mientras portaban pancartas con mensajes como “Salarios Justos”, “Justicia ahora”, “Mejores trabajos para familias más fuertes”, durante una conferencia de prensa que se realizó afuera del centro comercial y a la que asistieron varios activistas y líderes comunitarios.
“Sabemos que el centro comercial recibe más de 100 millones de dólares en incentivos, dinero de las personas que pagan sus impuestos”, dijo Jeff Eichler, director del proyecto Organizar a Vendedores al Por Mayor del Sindicato de Tiendas por Departamento, Mayoristas y Minoristas (RWDSU, por sus siglas en inglés). “Es muy justo que si ellos reciben tanto dinero de quienes pagan los impuestos, que ofrezcan mejores salarios para sus trabajadores que son gente de la comunidad”, agregó.
Tres cosas principales están pidiendo los manifestantes: sueldos justos de $10 por hora con beneficios o $11.50 por hora sin beneficios; que la compañía The Macerich, dueños del centro comercial, sea neutral con las negociaciones del sindicato que está tratando de organizar a los trabajadores; y por último que dedique un espacio dentro del centro comercial para la comunidad donde se puedan realizar programas tales como dar clases de inglés, tener programas de capacitación y jóvenes después de la escuela.
Durante los últimos dos años, se inició la campaña de colección de firmas de la comunidad para que apoye a los empleados. “Más de 50 empleados han llegado con sus quejas a nuestras organizaciones y estamos tratando de ayudarlos, pero no vinieron porque la mayoría están trabajando y no quieren hablar por miedo a retaliación. No quieren perder sus trabajos a pesar del mal salario”, indicó Laura Tapia, organizadora del sindicato RWDSU que ha servido de puente de comunicación con los trabajadores.
Miembros de Se Hace Camino en Nueva York hicieron una encuesta en las tiendas del centro comercial la que concluyó que la gran mayoría de empleados tienen el salario mínimo de $7.25. “Hay muchos trabajadores que sólo ganan el mínimo y no es suficiente para vivir aquí en Nueva York”, dijo Jose McKellar, director de Congregación Unida de Queens para Acción (QCUA, por sus siglas en inglés).
Después de la conferencia de prensa, el grupo de manifestantes llevó las 5,500 peticiones firmadas a la oficina de Jeffrey S. Owen, gerente del centro comercial, pero un guardia de seguridad los amenazó con llamar a la policía si no se salían, a lo que los asistentes empezaron a gritar repetidamente “Debería darle vergüenza”.
Al rato salió Owen a recibir las peticiones y aseguró a los organizadores que las entregaría a los dueños. “Les aseguro que les daré las peticiones y les llevaré el mensaje”, dijo el gerente, acerca de la reunión que los organizadores le pidieron tener con los dueños del centro comercial.
Owen no quiso dar declaraciones a la prensa, no respondió las llamadas que se le hicieron, ni los mensajes electrónicos que se le enviaron.
Muchos trabajadores sólo ganan el mínimo y no es suficiente para vivir aquí en Nueva York”.
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