NUEVA YORK- La mayoría de las dependencias de la ciudad de Nueva York no tienen suficientes intérpretes ni traductores, por lo que es cada vez más difícil la comunicación con personas que hablan poco inglés, o no lo hablan.
Déficit presupuestal es el causante
Hace dos años, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, firmó una orden ejecutiva en julio de 2008 que requiere que cada agencia de la ciudad que atiende al público debiera tener intérpretes (para ayuda verbal) y traductores (para ayuda escrita) que puedan auxiliar en la comunicación con personas que hablan idiomas diferentes al inglés.
Aunque la aplicación de la medida tenía por objeto prevenir la pérdida de tiempo y dinero, causadas por falta de comunicación y malentendidos con el público, gradualmente se ha dejado de aplicar debido al déficit presupuestal, reportó el miércoles el diario The New York Times.
Según se indicó, aunque el alcalde Bloomberg prometió "hacer que nuestra ciudad sea más accesible, al tiempo que nos ayude a convertir en el gobierno municipal con mejor atención al público de la nación", dos años después las cosas cambiaron.
Muchas de las oficinas del gobierno local no ofrecen intérpretes a pesar de que el público pregunta por ellos. Las señales y formularios en otros idiomas ya no se ven a menudo como antes.
Como ejemplo, el artículo cita la Administración de Recursos Humanos, que es una línea vital para millones de neoyorquinos que dependen de él para beneficios tales como estampillas de comida, asistencia en efectivo y asistencia médica subvencionada.
Uk Do Lee, de 81 años, un inventor retirado de Corea del Sur, dijo que desde abril había estado tratando de solicitar la cobertura médica subsidiada para personas de bajos ingresos y de edad avanzada, pero sin haber obtenido resultados mayores.
Durante una entrevista con el medio local, Lee aseguró que lo primero que le dijo a un asistente social, en una de las oficinas de la agencia en Elmhurst, en Queens, fue que "En Corea no se habla Inglés".
Lee pidió un intérprete, sin éxito. Dijo que debido a que él no entendía lo que decían los trabajadores, tuvo que regresar a la oficina varias veces para entregar los documentos que luego pudo completar con la ayuda de otras personas.
En otro caso similar sobre la falta de empleados bilingües, Zoila Almonte, de 59 años, una conserje desempleada y proveniente de la República Dominicana, que vive en Washington Heights, dijo que los trabajadores en una oficina de estampillas para comida, en el oeste de la calle 218, a menudo se ven obligados a reclutar gente en la sala de espera como intérpretes.