NUEVA YORK Por una mayoría de 36 a 7 votos, el Concejo Municipal aprobó
ayer una disposición para obligar a las cadenas farmacéuticas con más de cuatro
tiendas en los cinco condados de la ciudad a brindar servicios de traducción
oral y escrita de las indicaciones en las medicinas que venden.
El servicio será brindado en español, chino, coreano, ruso, polaco, italiano
y creole e incluirá traducir las etiquetas con las precauciones, advertencias y
explicaciones sobre el uso de los medicamentos.
La medida se tomó considerando los peligros que representan las medicinas si
no son entendidas debidamente, teniendo en cuenta que en la ciudad existe un
significativo número de personas que no entienden debidamente el inglés.
Ofrecerles el servicio telefónico o en persona para responder preguntas
sobre sus medicinas, puede significar una diferencia entre la vida y la muerte,
dijo la presidente del Concejo Municipal, Christine Quinn, al anunciar el
proyecto que había sido aprobado el martes por el Comité de Salud del concilio,
presidido por el demócrata de El Bronx, Joel Rivera.
La medida fue propuesta por la Defensora del Pueblo, Betsy Gotbaum, quien
participó ayer en una conferencia con Quinn antes de la votación.
Los neoyorquinos con limitado inglés están en peligro de no entender
debidamente las etiquetas y tomar equivocadamente sus medicamentos, dijo
Gotbaum. Mi propuesta asegura que todos los neoyorquinos tendrán acceso a los
servicios de traducción que necesitan para su seguridad, agregó la
funcionaria.
Por su parte, Rivera explicó el caso en que la indicación en inglés para
tomar el medicamento una sola vez aparece como once, que en español equivale
a 11, lo cual podría llevar a mortales confusiones.
Esta ley ayudará ahora a miles y miles en nuestra ciudad para saber qué tipo
de medicamento están tomando, dijo Rivera. La salud y la seguridad de los
neoyorquinos es un derecho que todos deberían entender en su lengua nativa,
agregó.
El cubano Amador Rivas, de Se Hace Camino Nueva York, calificó de gran
victoria la aprobación de la ley. Con esto se evitará que las personas se
intoxiquen o mueran por no saber usar debidamente una medicina debido al
idioma, dijo Rivas, quien en una oportunidad terminó en emergencia por tomar,
sin saberlo, un medicamento que le produjo una reacción alérgica. No la hubiese
tomado si hubiera entendido bien las indicaciones, agregó.
Los establecimientos que violen esta disposición podrían recibir multas entre
$250 y $2,500 la primera vez y entre $500 y $5,000 por cada violación
sucesiva.
Los opositores a la medida señalaron que en tiempos difíciles de la economía
no se le puede decir al sector privado: tienes que dirigir tu negocio de esta
manera. Entre ellos se encontraban los concejales Crowley, Folder, Garodick,
Ignizio, Oddo, Ulrico y Vallone.
La ley superó la votación mínima necesaria (34) para evitar cualquier veto
del alcalde.