Defensores de los derechos civiles de los hispanos, afroamericanos e inmigrantes rechazaron una enmienda constitucional hecha por legisladores estatales para solucionar el conflicto planteado por la redistribución de distritos y dijeron que la misma es “inaceptable”.

Lo que más preocupa a los activistas es que la enmienda en cuestión entraría en vigencia en el año 2022 y por ahora, crea una comisión bipartidista para revisar el proceso que partirá por eliminar el Grupo de Trabajo del Estado (LATFOR).

La nueva comisión daría al traste con los progresos realizados para poner fin al sistema “gerrymandering” utilizado para configurar los distritos electorales, pero ideado para mantener a un partido en particular en control del proceso.

“Están tratando de cortarnos las alas para reducir nuestro poder. Ellos parecen tener miedo de que las crecientes comunidades hispanas y afro-americanos influirá en las próximas elecciones, hemos crecido, y cuando nos organizamos vamos a tener más poder “, dijo María Magdalena Flores, de la organización Se Hace Camino Nueva York.

Flores agregó que el caso específico de Long Island, al separar North Bay Shore, Central Islip, y Brentwood se reducirá el poder del voto hispano alcanzado por el crecimiento de su población y confirmado por el censo.

La Asamblea y el Senado estatal reunidos el fin de semana, alcanzaron un acuerdo en la madrugada de lunes para tratar de avanzar el proceso que se haya estancado. La acción trata de ganar tiempo, un acto desesperado de los legisladores que han sido presionados además por un juez federal de Brooklyn que anunció para esta semana un fallo, si antes no se resuelve la situación.

“La propuesta priva de sus derechos a los electores latinos y afroamericanos mediante la división de las comunidades entre minorías y mayorías, diluyendo de esta forma su poder de voto,” denunció Daniel Altschuler coordinador de la Mesa de Participación Cívica de Long Island.

Los líderes latinos, inmigrantes y afro-americanos unieron a sus homólogos de todo el estado para hacer un llamado de atención al gobernador, Andrew Cuomo, para que vete los mapas políticos propuestos para la redistribución de distritos por parte del grupo de trabajo del estado (LATFOR).

Las organizaciones se reunieron en Brentwood, Long Island para expresar su insatisfacción sobre la nueva estrategia de los legisladores en Albany fueron: Se Hace Camino Nueva York, Comunidades de Nueva York por el Cambio, Alianza de Inmigrantes de Long Island, el Centro de Refugiados Centroamericanos (CARECEN), La Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP), el sindicato 1102 de Long Island, y Servicios para el Adelanto de la Mujer (SEPA Mujer).

Simultáneamente al menos seis demostraciones de grupos defensores de derechos civiles se dieron este lunes a través del Estado. Las organizaciones han creado todo un movimiento para oponerse al mapa de redistribución propuesto por los legisladores.

El mes pasado, LATFOR presentó el mapa y condujo una ronda de audiencias a través del Estado para recoger las preocupaciones de las comunidades.

Ahora la Asamblea y el Senado estatal están tratando de llegar a un acuerdo con el gobernador que no tiene en cuenta los puntos planteados en la audiencia pública del 9 de febrero por las comunidades hispana y afroamericana, denunciaron los líderes de la Mesa de Participación Cívica de Long Island.

Kevin Nelson, miembro de la organización Comunidades de Nueva York por el Cambio y residente en Central Islip, declaró, “hemos hecho sentir nuestra protesta en voz alta en varias audiencias públicas. El mandato del pueblo es claro. Instamos al gobernador Cuomo a vetar estos mapas”.

Las propuestas LATFOR es una clara violación a las normas de redistribución justa y el gobernador debe resistir las presiones para un acuerdo de trastienda ejerciendo su poder de veto, insistió el activista.

De acuerdo a los activistas, el mapa propuesto por el Senado atraviesa el corazón de las comunidades hispanas y afroamericanas en Islip, Babylon, y Hempstead, por lo que les será más difícil ser representados por políticos que respondan a sus necesidades.

“Pasamos muchas horas esperando para declarar ante las audiencias de LATFOR. Ahora estamos pidiendo al gobernador que haga caso a los grandes cambios demográficos en Long Island y no deje que los legisladores se interpongan sus intereses. Los derechos de los inmigrantes deben ser escuchados, subrayó Patrick Young, director del Centro de Refugiados Centroamericanos (CARECEN) y co-presidente de la organización Alianza de Inmigrantes de Long Island.

“El voto de las minorías quiere ser diluido por la estructura de poder de Albany. La continua división de Babylon, Islip y Hempstead, contrasta cualquier noción de democracia representativa”, dijo Susan Lerner, directora ejecutiva de la organización Common Cause New York.

“Esta no es una reforma y mucho menos aun una mejora. Este es el cambio por el cambio. La llamada “comisión independiente” no es independiente en absoluto, sino más bien una intromisión de la legislatura. Al final, esto es un intento de recordar a un sistema en el que ambas partes atropella a los votantes. Es el sistema que el público ha rechazado sistemáticamente”, dijo finalmente Lerner.

Adicionalmente a la falta de equidad del proceso de redistribución de distritos, se suma otros aspectos colaterales. Nueva York perderá 2 escaños en el Congreso de Washington y ese reajuste hará que de 29 congresistas el número se reduzca a 27.

Los hispanos piden un escaño que les represente debido a su crecimiento poblacional en la ciudad de Nueva York. De otra parte, el congresista afroamericano Charles Rangel, de 86 años está por retirarse; su comunidad quiere retener esa posición en el distrito 13 pero población afroamericana decreció, según el censo.

En medio de esas negociaciones, demócratas y republicanos quieren asegurar sus respectivas posiciones actuales pero aun así estarían dispuestos a un sacrificio. Por ejemplo, uno de los distritos a eliminarse sería el que ganó en la elección especial el republicano Bob Turner, quien reemplazó al demócrata Anthony Weiner, que renunció en medio de un escándalo sexual.

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