En pleno corazón de Manhattan, un minúsculo grupo de cuatro personas se concentró este mediodía con letreros que leían “No DACA” y “Deport Mexicans” y gritando “We are America”. Pero las consignas de estos manifestantes casi no se escucharon, porque sus voces fueron opacadas por más de 150 inmigrantes que al unísono decían: “Nosotros somos Estados Unidos”.
El grupo, integrado en su mayoría por jóvenes hispanos y asiáticos, fue convocado por una docena de organizaciones inmigrantes que este viernes protestaron para pedir el fin al bloqueo judicial de la acción ejecutiva migratoria del presidente Barack Obama.
Representantes de agrupaciones como Se Hace Camino Nueva York, la Coalición de Inmigración de Nueva York y la Coalición Interreligiosa para Reforma Migratoria planearon la manifestación para que coincidiera con el comienzo de las audiencias en la Quinta Corte de Apelaciones de Nueva Orleans. Ahí se está llevando el caso en el que 26 gobernadores estatales republicanos están intentando bloquear la Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Permanente Legales (DAPA) y la extensión de la Acción Diferida para los Llegados en Infancia (DACA).
“La acción ejecutiva es constitucional, hace sentido desde el punto de vista económico y es un salvavidas crítico frente a la inacción del congreso en el tema de la reforma migratoria“, dijo Steven Choi, director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, quien calificó la demanda como una “táctica xenófoba”.
Muchos de los manifestantes se manifestaron optimistas de que la demanda de los republicanos no logre su cometido. “El cambio que esta medida va a implicar será para mí un giro en 180 grados”, dijo Patricia Rivera, una madre mexicana que cree que la acción ejecutiva no será bloqueada. Desde que llegó a Estados Unidos dice que se ha esforzado por darle la mejor educación a su hijo de 15 años y ahora quiere lo mejor para su hija, que está por nacer en un mes. Ha estudiado y ha trabajado en todo tipo de labores, pero dice que, hasta ahora, siempre hay miedo. “Quiero perder ese temor a que me separen de mis hijos”, contó Rivera.
Junto a ella también estuvo en la protesta el concejal Carlos Menchaca. “La reforma es necesaria. El presidente está actuando, pero es necesario que las cortes también escuchen”, dijo.
Líderes sindicales también participaron de la manifestación. “Esta demanda se ha transformado en una pesadilla para mí y para mi familia”, dijo el peruano Omar Mery, de United Here. “No somos criminales, somos trabajadores”.
El lugar elegido para la manifestación no fue casualidad: la protesta se realizó frente en el 800 de la Tercera Avenida, donde se ubican las oficinas de Renaissance Technology, empresa propiedad del millonario conservador Robert Mercer. “Él tiene mucho dinero y da apoyo a grupos de investigación que dicen que DAPA y DACA son malas para el país”, explicó la organizadora de Se Hace Camino Nueva York Luba Cortés. Entre los financiados por Mercer se encontrarían The Heritage Foundation y el candidato presidencial Ted Cruz. Con esos dineros se han financiado estudios que dicen que la reforma migratoria causaría problemas económicos, lo que los activistas niegan.
“Nosotros no sólo somos de los grupos que más pagamos impuestos, sino que tampoco robamos los trabajos de otras personas. Eso es sólo xenofobia y racismo”, dijo Cortés.
“Queremos enviar un fuerte mensaje a esta compañía que sigue financiando el odio: el amor siempre gana al final”, dijo el concejal Carlos Menchaca
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