La ley Safe Housing, que mejorará las condiciones de los edificios en peores condiciones de NYC, se consiguió con la presión de grupos inmigrantes y activistas de la vivienda.
NUEVA YORK -Una ley que obligará a los dueños de edificios en malas condiciones a solucionar completamente los problemas -bajo la amenaza de perder sus edificios si no lo hacen- no sólo es una victoria del Concejo de Nueva York, que la aprobó ayer jueves, sino especialmente para la comunidad inmigrante que tuvo un papel activo para que se consiguiera, según expertos.
"Este es un mensaje de que la comunidad puede hacer la diferencia, sin que se tenga en cuenta su situación migratoria. Esta es una cuestión de seguridad y de justicia con las comunidades de menos ingresos", dijo a EL DIARIO/LA PRENSA la edil Letitia James, demócrata de Brooklyn, que introdujo la legislación.
James señaló que recibió muchas llamadas, cartas y faxes de inmigrantes de diversos países, además de grupos de activistas de la vivienda.
"Sin su interés nunca hubiera sabido la situación en la que viven estas personas", apuntó la edil.
Con la nueva ley, que entrará en vigor en cuanto la firme en unas semanas el alcalde Michael R. Bloomberg, los propietarios propietarios de viviendas que acumulen más de 27 violaciones de tipo B (cucarachas, detectores de humo defectuosos, fugas menores de agua) y C (falta de agua caliente, electricidad, ratas, ect.) en su edificio, en los últimos dos años, con una media de cinco violaciones en cada apartamento, serán obligados con más fuerza a solucionar estos problemas y las causas que los originan.
Si no lo hacen, el NYC Department of Housing Preservation and Development (HPD) realizaría las reparaciones que cobraría al dueño. Si en última instancia no atiende los problemas ni paga lo que debe a la ciudad, perdería su propiedad, que pasaría a manos de la ciudad. En principio, la ley establece que se escogerían a los 200 edificios en peores condiciones de la ciudad para comenzar con este proceso.
"Fue una batalla de tres años, que comenzó con el anterior portavoz del Concejo, pero no fue hasta que llegó Christine Quinn que comenzó a dialogar con nosotros. En los últimos años los alquileres promedio están subiendo, mientras que los ingresos están bajando y la comunidad inmigrante está sufriendo la situación de abuso de los malos propietarios", dijo Javier H. Valdés, director de proyectos especiales y de la vivienda de The New York Immigration Coalition.
El académico Brad Lander, desde el Pratt Center for Community Development, de la Universidad de Pratt, ve esta aprobación de la ley como el reconocimiento de la madurez de la comunidad inmigrante.
"Nueva York son dos ciudades, la del lujo y la de los trabajadores, muchos de ellos inmigrantes, que ahora han sido escuchados por la ciudad", afirmó Lander, director de este centro.
Pero en el fondo de este reconocimiento de la situación que viven muchos inmigrantes, que se asemeja también a las comunidades trabajadoras de menos recursos de la ciudad, hay un factor político, según el sociólogo de CUNY Robert Smith, especialista en la inmigración mexicana.
"Están teniendo más en cuenta a los inmigrantes porque los políticos ven en ellos el futuro. Se están movilizando y les escuchan. El ámbito político está cambiando por la inmigración porque tenemos a una primera generación que puede votar, los hijos de los inmigrantes", dijo Smith.