La administración del presidente Obama y el congreso no nos han dado una señal de que la reforma migratoria será posible este año. Sin embargo, eso no nos detiene a seguir exigiendo nuestros derechos como seres humanos y la comunidad inmigrante no puede esperar y como mínimo la administración y el Congreso debe actuar para beneficiar a una gran parte de la población inmigrante, los estudiantes. Esta ley es el DREAM Act (por sus siglas en ingles), una propuesta de ley que fue introducida en el 2001 y que continúa como propuesta de ley en el congreso y es conocida como el. Por casi 10 años, el acta del sueño ha contado con un apoyo bipartidista.
La semana pasada tuve el privilegio de poder asistir a clases con jóvenes inmigrantes de diferentes estados y nacionalidades en La Universidad del Sueño en Washington D.C. Sentados en el parque Lafayette justo en frente de la Casa Blanca, jóvenes de diferentes edades se reunieron a tomar clases sentados sobre pedazos de cartón, no preocupándose de las altas temperaturas, para empezar nuestra educación universitaria. Ahí en el aire libre y sin paredes, profesores se han dado cita para participar y dar clases a todos los jóvenes que estamos presentes. Esta Universidad del Sueño fue creada para dar la oportunidad a esos jóvenes que no pueden cumplir con su sueño de obtener un diploma universitario por su estatus migratorio.
Yo soy uno de ellos. Nací en la ciudad de México, y viví allí por 15 años hasta que la situación económica de mi madre fue insuficiente para poder sobresalir. Mis padres se divorciaron hace 12 años y desde ese día mi madre ha tenido que trabajar por el bienestar de mis dos hermanas y yo. Cuando tenia 10 años, mi madre emigro al los Estados Unidos en busca de un mejor futuro para nosotros. Después de casi 5 años de arduo trabajo en un restaurante, mi madre logro reunir el dinero necesario para traernos a este país y reunir a la familia. Llegue y me di cuenta que este país esta lleno de oportunidades y que solo con el estudio se puede llegar a ellas. Pero desgraciadamente mi situación es similar a la de 65,000 jóvenes indocumentados que se gradúan de la secundaria cada año y que no pueden entrar a la universidad y cumplir sus sueños.
El DREAM Act, beneficiaria a mas de 2.1 millones de jóvenes a continuar sus estudios universitarios y contribuir en el futuro a este país. Requisitos como haber llegado a este país antes de los 16 años, tener un diploma de la secundaria o un examen equivalente a ella, dos años de colegio/universidad o servicio militar, una buena conducta moral y un record criminal y haber vivido por lo menos 5 años constantes en el país son necesarios.
Seamos parte de este gran movimiento para alcanzar una vida digna para nuestras comunidades inmigrantes. El DREAM Act permitiría que los jóvenes inmigrantes se superen y demostraría la contribución de ellos en el futuro. Además de que seria la llave que abra las puertas para una reforma migratoria
**FRANCISCO CURIEL miembro de Se Hace Camino Nueva York