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Source: Cascara Amarga
Subject: Immigration
Type: Media Coverage

Las personas LGTB de Nueva York piden que pare la persecución policial

En las puertas de los juzgados, sobre todo las personas transexuales, han pedido que paren el hostigamiento y la discriminación a los que les tienen sometidos la policía por su condición sexual.

Ya están hartos. Este parece ser el mensaje que han querido transmitir los homosexuales, bisexuales y transexuales de Nueva York. Y es que, según dicen, la Policía no paran de detenerlos y registrarlos sólo por su orientación sexual, lo que constituye, claramente, una practica discriminatoria contra esta comunidad social.

Tan evidente es que hasta concejales como Jimmy Van Bramer o Daniel Dromm, junto con diversas asociaciones LGTB, se han unido a la protesta frente a la Corte Federal de Manhattancuando se estaba celebrando un juicio relacionado con esta hiriente práctica, que se conoce como “stop and frisk” y que está enfocada, sobre todo, a transexuales afroamericanos y latinos.

Desde esta concentración, las voces que más se oían eran las que pedían que se instaure ya lo que se conoce en la ciudad como la ley de Comunidad Segura, esto es, la aprobación de un organismo, un inspector general, para que controle y vigile el comportamiento de la policíaneoyorquina y, así, acabar con la “práctica inconstitucional” que se está llevando a cabo.

Una de las víctimas, la transexual Bianey García [organizadora del grupo de LGBTQ de Se Hace Camino a Nueva York], dice estar allí sólo “exigiendo justicia” y explica que fue arrestada “sólo porque encontraron condones en mi bolso” y eso fue suficiente para acusarla de prostitución y llevarla ante el juez. Todo ello pese a que estaba con su novio, que fue quien pagó la fianza para sacarla de la cárcel.

Por su parte, la también transexual Johanna Vázquez aseguró que son “persegudias por ser mujeres transexuales y latinas”, además muestra su miedo porque “es muy fácil que te discriminen por tu color, por tu orientación sexual o por llevar un condón”. Tanto es así que asegura sentir “temor de salir a la calle”.

Ella también estuvo durante todo un año en la cárcel por este motivo. “Antes te perseguían por ser transexual ahora si tienes un condón eres culpable”, dice después de recordar que llegó a Estados Unidos pidiendo asilo porque en su país fue violada con sólo 16 años y que, ahora, no está dispuesta a pasar por un nuevo calvario por culpa de esas malas prácticas.

Según un informe de 2010 de una organización estadounidense hasta el 57% de los encuestados LGTB afirmaron haber sido detenidos y registrados por la Policía, además de asegurar haber sido objeto de hostigamiento verbal por los agentes.

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