Mientras una coalición de más de 50 organizaciones anunció una marcha el sábado para reclamar la legalización de miles de familias indocumentadas, líderes latinos reclamaron que el cierre de gobierno no se convierta en otra excusa para postergar la aprobación de la reforma migratoria.
Reunidos en las escalinatas del Ayuntamiento, un nutrido grupo de trabajadores, funcionarios electos y líderes comunitarios exigieron a la Cámara de Representantes que desbloquee una votación sobre el proyecto de ley.
“El cierre de gobierno es sólo un distractor más para no enfocar esfuerzos en lograr la legislación más importante de los últimos años”, expresó el senador estatal Gustavo Rivera. “No permitiremos amenazas conservadoras que impidan que once millones de indocumentados logren un estatus legal”.
El senador estatal Adriano Espaillat pidió a los neoyorquinos demandar al Congreso mayor responsabilidad para atender las necesidades de los más vulnerables, lejos de intereses partidistas.
“No permitiremos que el liderato republicano diluya la voz del pueblo”, expresó. “La crisis a raíz de la falta de acuerdo para la partida presupuestaria no debe ser un factor que desaliente la lucha por un reforma migratoria”.
Los líderes comunitarios confiaron en que el cierre de gobierno, el primero en 17 años, no paralizará el ímpetu de la comunidad inmigrante y latina.
“Alzaremos los puños de nuevo para exigir un camino a la ciudadanía para nuestras familias indocumentadas”, enfatizó José Calderón, presidente de la Federación Hispana. “Recordaremos a los miembros de la Cámara que la falta de acción traerá graves consecuencias políticas”.
La coalición de organizaciones, en las que figuran La Fuente, La Coalición del Norte de Manhattan para los Derechos de los Inmigrantes, Se Hace Camino Nueva York, entre otras, anunció una movilización el sábado 5 de octubre, al medio día, en Cadman Plaza, Brooklyn.
La marcha, en que los líderes comunitarios esperan la participación de unas 4 mil personas, es parte de un día nacional de acción que antecede una protesta masiva el 8 de octubre en Washington. “Marcharemos el sábado porque una minoría de legisladores desean bloquear el proyecto de ley de inmigración, y queremos asegurarnos de que la opinión de la mayoría se escuche fuerte y claro”, apuntó Héctor Figueroa, presidente del sindicato 32BJ SEIU.
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