De acuerdo a una encuesta reciente, un 80% de votantes registrados apoyan la reforma y un camino a la ciudadanía.
Una nueva encuesta realizada por la firma nacional Harstad Strategic Research, INC. dada a conocer la semana pasada, reveló que el 80% de residentes de Long Island están de acuerdo con una reforma migratoria, algo que marca un cambio positivo en una región conocida en el pasado por su retórica antiinmigrante y su segregación.
El contundente apoyo a un proyecto de ley que fortalezca la frontera, penalice a los empleadores que contraten a inmigrantes indocumentados, ofrezca un camino a la legalización a aquellos inmigrantes indocumentados que aprendan inglés y paguen impuestos, y ofrezca visas de trabajo a trabajadores altamente calificados y a trabajadores agrarios, sorprendió al congresista Tim Bishop, quien se refirió a la encuesta como “útil y esclarecedora”.
“Aunque sabía que más del 50% de residentes de Long Island apoyaban la reforma, me sorprendí con ese notable 80% de apoyo”, indicó Bishop en una conferencia telefónica, “esto demuestra que ha crecido la aceptación respecto a cómo se debe resolver esta complicada problemática que no tiene una solución fácil”.
Además de indagar sobre el apoyo al proyecto de reforma migratoria, otros resultados de la encuesta dejaron entrever la opinión que los residentes de la isla tienen sobre los inmigrantes indocumentados.
De acuerdo a la encuesta, un 47% piensa que la inmigración ilegal ha aumentado en Long Island. Un 39% de los encuestados indicó que Long Island se ha vuelto un peor lugar para vivir con la llegada de los inmigrantes indocumentados, mientras que un 39% piensa que su llegada no ha afectado para bien o para mal la vida en Long Island. Un 60% de los encuestados cree que los inmigrantes llegaron a Long Island para trabajar y ofrecer una mejor calidad de vida a sus familias.
La encuesta se realizó a una muestra representativa de votantes registrados, con un margen de error del 3.6% y de acuerdo a representantes de Harstad, fue realizada de manera imparcial.
Para representantes de organizaciones a favor de una reforma migratoria, los resultados de esta encuesta dejan entrever que los residentes de la isla son conscientes de la importancia de solucionar un sistema que ha estado roto por mucho tiempo.
“Long Island quiere soluciones prácticas de sus oficiales electos, no la vacía retórica de la auto deportación”, indicó Pat Young, Director de Programas del Central American Refugee Center, CARECEN.
Daniel Altschuler, coordinador de la Mesa Cívica de Long Island, aseguró por su parte que los resultados de la encuesta ofrecen una oportunidad para que los congresistas de Long Island apoyen el proyecto. “Votar por este proyecto ofrece una rara oportunidad a los representantes del Congreso -aprobar una reforma significativa que mejore la vida de las personas y hacerlo con un gran apoyo del público”.
Inmigrantes como Joan Sanjuan, se mostraron complacidos. “Estoy contento de ver los resultados”, indicó Sanjuan, quien llegó a los Estados Unidos en 1998. “Mis sueños se han detenido por mi status migratorio. Creo que este es un gran paso hacia la dirección correcta”.
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