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Know Your Rights
Source: Nuevo Euskadi
Subject: Profiles of MRNY
Type: Media Coverage

Los políticos necesitan una masa dependiente’

NUEVA YORK.- Con mucho camino
recorrido, el colectivo inmigrante en
Estados Unidos, y específicamente
en la ciudad de Nueva York, ha logrado
avances importantes en la lucha
por sus derechos, como contar
con representantes en la política local,
estatal y nacional y avanzar en
la consolidación de organizaciones
como “Make the Road New York”, la
agrupación de base comunitaria más
grande de la Gran Manzana, con oficinas
en los condados de Brooklyn y
Queens.

Sin embargo, los retos y desafíos
para el colectivo siguen siendo enormes
en materia de derechos políticos,
laborales, de acceso a la vivienda y
participación social, por mencionar
sólo algunos. Veterano de las luchas
comunitarias en Ecuador, Ángel Vera,
Organizador del Comité de Vivienda
de
“Make the Road New York”, emigró
a Estados Unidos hace ya 19 años y
ha estado en medio de la lucha de los
inmigrantes por sus derechos.

¿Qué circunstancias y procesos en
Ecuador le inspiran para comenzar
su trabajo de organización de
base comunitaria? ¿Con qué grupos
poblacionales comienza su activismo
y alrededor de qué asuntos
comienzan a trabajar?

En los años 80, las ideas y la práctica
de la Teología de la Liberación en
Latinoamérica están en el entendimiento
de un Cristo liberador
e inspira a construir una iglesia
liberadora, una iglesia comunitaria,
asumiendo la realidad social de un
pueblo en búsqueda. En Ecuador, yo
estudié en un seminario católico y
me interesé por esta Teología liberadora
que pone en el centro al ser
humano como sujeto de cambio. Mi
País y Latinoamérica en general es
un continente creyente y empobrecido
y ahí me tocó vivir y actuar.

Mi experiencia más fuerte
fue a fines de esa década, cuando
en mi pueblo natal empezó una
organización campesina, apoyada
en la pastoral de la iglesia local.
Alrededor de 80 comunidades
campesinas llegaron a conformar la
Unión de Comunidades Campesinas
de Gualaceo, cuya misión era buscar
alternativas de autodesarrollo
comunitario. Entre los comités que
funcionaron con buena participación
puedo anotar: medicina alternativa,
comercialización comunitaria,
agricultura, artesanías, educación
y comunicación popular, jóvenes,
deportes, centros infantiles y comité
de mujeres.


¿Cómo llega a Nueva York y cómo
continúa su trabajo comunitario en
esta ciudad?

A principios de los 90 hay una “diáspora”
en mi país. La inmigración a
diferentes partes del mundo es elevada
debido a políticas económicas
centrales, la falta de empleo y en esa
ola migratoria, llegué a Nueva York.

Apenas llegué, busqué
conectarme con tres organizaciones
comunitarias en la Ciudad en las que
participé como miembro y activista,
teniendo la oportunidad de conocer
trabajadores norteamericanos
progresistas e inmigrantes de diferentes
países con gran experiencia y
decisión de continuar organizados.

¿En qué consiste el trabajo de
“Make the Road New York”?


Se Hace Camino NY
es un espacio de
encuentro de inmigrantes y trabajadores
de bajo recurso y promueve
igualdad de oportunidades, organizando
sobre diferentes asuntos que
afectan a la comunidad ya sea sobre
educación, vivienda, trabajo, asuntos
de inmigración, derechos de la comunidad
LGBT, etc. También promueve
el desarrollo de liderazgo para
hacer el cambio, mediante talleres
y aprendizaje colectivo, tanto para
adultos como para jóvenes. Se hace
Camino también provee servicios
legales y clases para adultos.


Nueva York se considera una ciudad
levantada y puesta en marcha
gracias a la mano de obra barata
inmigrante.
¿Piensa que el inmigrante
latinoamericano, árabe,
africano, del sudeste asiático y
caribeño es bien visto en la ciudad
de Nueva York y tiene el mismo
acceso a la movilidad social y a la
integración?

Definitivamente no. Nueva York es
como otras ciudades capitalistas, una
sociedad de clase. Los inmigrantes,
sobre todos los nuevos inmigrantes
no encuentran fácilmente oportunidades
de trabajo y de integración a
la sociedad. A eso se suma el racismo
personal, social e institucional. Los
trabajos mal remunerados y más
duros lo realizan los inmigrantes
y, a pesar de que los inmigrantes
mantienen la economía de la ciudad
generando trabajo al crear pequeños
negocios, el sistema no lo reconoce
en la práctica.


¿Cuál piensa que es el tipo de conflicto
más común que experimentan
familias inmigrantes y cómo la
depresión financiera y comercial ha
deteriorado los estándares e indicadores
sociales de los trabajadores
inmigrantes?

Son varios los problemas que
enferentan nuestras familias en
esta Ciudad y, al momento, es el
económico, debido al desempleo
que ha generado el sistema y que
lo llaman crisis. A esto se suma el
problema de la vivienda. La Ciudad
prácticamente no está creando
vivienda para personas de bajos recursos.
Para crear apartamentos de
lujo, tenemos subsidios y recortes
de impuestos.


¿Piensa que el poder político de la
minoría más numerosa en Estados
Unidos, los inmigrantes latinoamericanos,
se ha comenzado a sentir
en términos electorales? ¿Cree
que se ha visto un aumento en el
poder político y de organización de
los colectivos de trabajadores de
inmigrantes?

Definitivamente se vislumbran cambios,
especialmente en esta nueva
administracion. Tenemos nuevos
representantes en la política local,
estatal y nacional. Hay más interés
por la participación electoral, y lo
mejor, que la comunidad inmigrante
sigue organizándose para exigir
responsabilidad a sus politícos, para
defender sus derechos, crear leyes y
dejar saber a la nación que “Aquí estamos
y no nos vamos”, porque esta
ciudad y este país es de inmigrantes
y lo construimos y embellecemos
con nuestro trabajo y cultura.

¿Con qué otras organizaciones
comunitarias de base y think tanks
trabaja “Make the Road NY”?

En la Ciudad somos parte de la
Coalicion de Inmigracion de NY,
pero a nivel nacional somos parte de
otras coaliciones.


¿Cuál piensa que será la manera
en que Estados Unidos finalmente
logre regularizar la inmigración
con un ley migratoria justa e incluyente?

Una sistema capitalista está cimentado
en la discriminacion y necesita un
gran grupo de gente, débil, inseguro,
incapaz de reclamar sus derechos;
las corporaciones necesitan mano
de obra barata, trabajadores sin
sindicatos y con miedo de buscar
reinvindicaciones; los políticos
necesitan siempre un problema, un
chivo expiatorio, y una masa dependiente
y necesitada. Con todas estas
consideraciones, lo más probable es
que la reforma será muy limitada,
pero ahí está la urgencia de presionar
colectivamente -no en masa-, sino
conscientes, unidos, organizados,
con estrategias. Necesitamos hacer
cambios más profundos. Nos dan
reformas por una lado y nos quitan
derechos por el otro.

¿Algún mensaje para los colectivos
de inmigrantes en el País Vasco?

Compañeros:
Sigamos haciendo el trabajo constante
como las hormigas que, pese
a las contrariedades, decepciones y
caídas, se ponen de pie y continúan
su camino; sigamos construyendo
organizaciones de poder a través del
desarrollo de liderazgo y conciencia
política de nuestros miembros
y sigamos construyendo puentes
que reemplacen a los muros. ¡Otro
mundo será posible!