NUEVA YORK — Urania es la madre, Irania la hija, Gabriela y Aylin las nietas. La madre y la hija nacieron en Nicaragua, pero son ciudadanas y llevan en este país más de 20 años. Juntas se preparan para la marcha de este domingo a la cual también asistirán un primo de Irania, su esposa y su hijastra Samantha.

“Vamos para apoyar a los inmigrantes, para que tengan papeles”, dijo Gabriela Varela, de 12 años. El padre de ambas, del cual Irania se divorció, es indocumentado. No lo ven mucho porque vive en Nueva Orelans, pero Gabriela aseguró que le da miedo que un día lo deporten.

“Tengo ganas de subir a un bus. Me gusta Washington”, dijo Aylin, de 9 años.

No es la primera vez que participan en una marcha todas juntas. Incluso han ido a Washington a protestar por los derechos de los inmigrantes anteriormente. José Sánchez, uno de los cinco hijos de Urania, murió de un cáncer cerebral hace dos años sin que nunca le dieran documentos. Irania cuenta que si no fuera por ‘Se hace camino Nueva York’, organización a la cual pertenecen, José hubiera muerto como un perro, en la calle. Otro primo fue deportado.

“Por primera vez le di mi voto a un Presidente de Estados Unidos. Tenía la esperanza de que porque viene de una familia inmigrante iba a ayudar. Pero me he sentido mal porque no ha tocado el tema y ha habido más deportaciones que ayuda. Espero que con esta marcha se logre ver la necesidad de una reforma”, explicó Irania, de 41 años.

Urania también votó por primera vez y también le dio su voto a Barack Obama. Ahora antes de votar en la próxima elección van a ver quién ha trabajado por los inmigrantes y quiénes no.

“Ronald Reagan era republicano e hizo un pedazo de ley (Immigration Reform and Control Act en 1986 donde dio amnistía a tres millones de inmigrantes). Yo no pagué ni un peso por sacar papeles”, respondió Urania cuando se le preguntó si votaría republicano.

La familia está preparada para irse a la cama temprano el sábado y levantarse a las 5 a.m. el domingo para salir de su casa en Bushwick y tomar el bus. Urania ya compró pechugas de pollo para los sándwiches que ella prepara que dice le fascinan a sus nietas. Irania compró dos litros de jugo y fruta para el camino. Las niñas piensan dejar la ropa que van a ponerse lista el sábado en la noche.