En el 60% de los casos de fallecimientos por caídas, investigados entre 2003 y 2011 en el estado, la víctima era latino y/o inmigrante.
Los obreros de construcción hispanos e inmigrantes sufren muchos másaccidentes y muertes por caídas que otros trabajadores del mismo gremio, debido a las pobres condiciones de seguridad en las que trabajan en el estado de Nueva York, según reveló un estudio.
El reporte, comisionado por el Center for Popular Democracy (incluyendo la contribucion de Se Hace Camino a Nueva York), muestra que en el 60% de las muertes por caídas en los accidentes, investigados entre 2003 y 2011 en el estado, el fallecido era latino y/o inmigrante.
En la ciudad, esta cifra se incrementa hasta casi el 75% – tres de cada cuatro – a pesar de que sólo supone el 40% de la fuerza total de trabajo en ese reglón.
Encuestas realizadas a empleados latinos evidenciaron que muy pocos se atreven a quejarse por las condiciones de seguridad por temor a represalias de sus jefes.
Problemas de seguridad
Ese fue el caso de Pedro Corchado, un obrero que cayó desde una escalera durante la renovación de un edificio hace cinco años, y sufrió graves heridas por no contar con un arnés de seguridad.
“Casi cualquiera que trabaje en construcción te dirá que es muy difícil negarse a las órdenes de escalar un andamio que no es seguro o subir una escalera sin equipamiento de seguridad”, dijo Corchado. “Para la mayoría de trabajadores como yo, decir ‘no’ al jefe simplemente no es una opción”.
El grupo que elaboró el estudio y otras organizaciones que defienden a estos trabajadores, argumentaron que la mejor manera de detener esta tendencia es aumentar los fondos deOSHA, porque ahora mismo la oficina no cuenta con los suficientes medios ni inspectores.
Calcularon que, para que OSHA inspeccione cada lugar de construcción que hay actualmente en Nueva York, les llevaría 107 años.
Por otro lado, hicieron un llamado para que se proteja la llamada “Ley del Andamio”, que ayuda a asegurar las condiciones de seguridad en los sitios de construcción y que varios promotores inmobiliarios presionan para que se derogue porque incrementa significativamente el coste de nuevos edificios.
“En lugar de invertir en la seguridad en el trabajo, la comunidad de negocios quiere que la responsabilidad por heridas y muertes pase a los que son más vulnerables y no tienen control sobre las condiciones laborales”, denunció Joel Shufro, director ejecutivo delComité para Seguridad y Salud en el Trabajo de Nueva York. “Pondría a todos los obreros de construcción en riesgo, particularmente a los jornaleros y a los no sindicados”.
Una última petición es que se tomen medidas para asegurar que tanto los promotores, dueños y trabajadores de la construcción, reciban entrenamiento de seguridad de acuerdo con los estándares de OSHA.
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