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Source: EL PAÍS
Subject: Civil Rights & Immigration

Nueva York se prepara para proteger a su comunidad migrante tras la victoria de Donald Trump

Deportaciones masivas, desplegar a las fuerzas del orden para localizar y detener a inmigrantes, deshacerse de las ciudades santuario, acabar con el parole, DACA, TPS… Fueron muchas las amenazas en materia migratoria que Donald Trump hizo durante su campaña, y ahora que volverá a la Casa Blanca el próximo mes de enero, la ciudad de Nueva York se prepara hacer frente a todas ellas. La Administración del alcalde Eric Adams, al igual que las organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, saben que lo viene por delante será una batalla.

“Protegeremos a nuestras comunidades de inmigrantes, y trabajaremos con la nueva Administración en el Congreso para desarrollar una estrategia nacional realista y compasiva para nuestro sistema de inmigración. Esto incluye presionar al Congreso para que conceda una autorización acelerada a los solicitantes de asilo que desean trabajar y ya están aquí”, aseguró Adams en una rueda de prensa tras la victoria del republicano. “A los inmigrantes que viven aquí persiguiendo el sueño americano, como hicieron tantas generaciones antes, la ciudad de Nueva York los apoya. Nuestra ciudad también seguirá ofreciendo atención, recursos y ayuda legal a quienes la necesiten. Independientemente de su situación migratoria, estaremos a su lado. Nueva York seguirá siendo siempre una ciudad de inmigrantes y un faro de libertad en todo el mundo”, añadió el alcalde.

La Gran Manzana ha recibido en los últimos dos años más de 200.000 nuevos inmigrantes, la gran mayoría de los cuales se han alojado en su red de albergues para personas sin hogar, que la ciudad tuvo que ampliar para hacer frente a la llegada de tantos peticionarios de asilo. La Administración de Adams tuvo que facilitar varios hoteles para hospedarlos, algo a lo que Trump se refirió una y otra vez durante su campaña para quejarse de que el Gobierno federal demócrata y la ciudad de Nueva York no hicieran lo suficiente para frenar este flujo. “Los inmigrantes viven en hoteles de lujo y en ciudades de todo el país gobernadas por demócratas”, dijo durante el primer debate presidencial en junio.

Por su parte, Manuel Castro, Comisionado de la Oficina del Alcalde de Nueva York para Asuntos de los Inmigrantes, señaló en la rueda de prensa junto a Adams que “la mayor amenaza” ahora mismo es “el miedo que se está instalando” entre las comunidades migrantes. “Tenemos que dar un paso atrás y asegurarnos de que la gente tiene la información correcta. Estamos trabajando con todas las agencias que interactúan con las comunidades de inmigrantes para asegurarnos de que entienden cuáles son nuestras leyes de santuario y que se espera que sigan y cómo nos preparamos para cualquier cosa que pueda suceder en un futuro próximo”, apuntó.

Nueva York es una de las llamadas ciudades santuario del país. Estas localidades tienen políticas locales para limitar la colaboración con las autoridades federales en la aplicación de las leyes de inmigración. Esto protege a los migrantes de la detención o deportación por parte de las autoridades migratorias. “Queremos dejar claro que, como ciudad santuario, tenemos la intención de cumplir la ley”, sostuvo el comisionado Castro. “Quiero asegurarme de que nuestras comunidades de inmigrantes sepan que, como ha dicho el alcalde, seguiremos siendo una ciudad santuario y seguiremos protegiéndolos”, añadió.

Además, Nueva York cuenta con una norma única llamada right to shelter, o “derecho al refugio”, en vigor desde los años 80. Esta normativa garantiza que se proporcionará una cama a quien la solicite en la red de albergues de la ciudad. Durante cuatro décadas, el “derecho al refugio” estuvo orientado principalmente a la población sin hogar. Eso cambió en 2022, cuando los miles de inmigrantes que llegaban a Estados Unidos conocieron que existía este derecho. En el verano de 2023, el número de migrantes que vivía en estos centros ya superaba al de las personas sin techo. La disparada llegada de peticionarios de asilo eventualmente hizo que el alcalde Adams limitara esta protección, pero sigue vigente, aunque con nuevas limitaciones.

La lucha frente a Trump también la darán las organizaciones pro migrantes, quienes también han forzado a la Administración Adams a cumplir con sus responsabilidades con la comunidad inmigrante cuando el alcalde ha intentado cerrar el grifo. “Trump no nos derrotará. Nueva York no sería lo mismo sin los inmigrantes que han construido y reconstruido nuestra cultura y economía durante generaciones”, aseguró en un comunicado Murad Awawdeh, presidente de la Coalición de Inmigración de Nueva York (NYIC, por sus siglas en inglés), la principal entidad defensora de los derechos de los inmigrantes en la Gran Manzana.

“Lo detuvimos antes y lo volveremos a hacer. Juntos, lucharemos contra el fascista presidente electo y su agenda racista de deportación en cada paso del camino para asegurarnos de que nuestros vecinos inmigrantes, familias y comunidades vivan en seguridad y con dignidad”, añadió Awawdeh.

En la misma línea, desde Se Hace Camino Nueva York (Make the Road New York), la mayor organización de inmigrantes del Estado, su codirector ejecutivo, Theo Oshiro afirmó en un comunicado que toca luchar por un “mejor Estados Unidos”. Y siguió: “Sabemos que todas las personas, independientemente de su estatus de ciudadanía, color de piel o expresión de género, tienen derecho al respeto. El nuestro es un país que —desde sus primeros días— ha servido de refugio a cualquiera que viniera en busca de una vida mejor para sí mismo y para su familia. Ver traicionado ese valor es una bofetada a generaciones de inmigrantes que han hecho de esta nación lo que es”.