Hace más de 25 años, el rabino Michael Feinberg, ayudaba a los miles de refugiados que llegaban de El Salvador, huyendo de una guerra bajo la intervención estadounidense. Algunas iglesias de la ciudad recibieron a esas familias, a esos niños que a los 12 años de edad eran obligados a convertirse en soldados.
Ahora, Feinberg, junto con otros líderes de diversas religiones, prepara santuarios en Nueva York para proteger de la deportación a las familias que temen ser separadas y ofrecer ayuda a aquellas que ya están sufriendo las consecuencias de una política migratoria deficiente en un país con unos 12 millones de indocumentados.
Unos 20 centros religiosos abrirán sus puertas en unas dos semanas para ofrecer refugio, ayuda moral, legal y económica a estas familias. Las familias están desamparadas, hay mucho miedo, señaló a El Diario/La Prensa, el rabino Feinberg de Greater NY Labor-Religion Coalition.
Ante la falta de soluciones concretas del Congreso federal de Estados Unidos y ante la situación de miles de familias que viven indocumentadas en la ciudad de Nueva York se estima que la cifra puede superar el medio millón de personas, organizaciones de apoyo a los inmigrantes están reaccionando para responder a las situaciones determinadas que viven estas personas.
Unos, como el The New Santuary Movement (el nuevo movimiento de santuarios) preparan refugios para estas familias en orden de deportación, otras como la New York Immigration Coalition (Make the Road by Walking is a founding member)entre otras organizaciones están organizando una marcha para el 1 de mayo y diversos actos para pedir la reforma migratoria y recordar a las familias que ya están separadas. Y en el Concejo de la ciudad, el Comité de Inmigración tuvo ayer una audiencia pública para ver cómo la propuesta de ley STRIVE ACT, que fue introducida por el congresista Luis Gutiérrez (demócrata de Illinois) y el representante Jeff Flake, republicano de Arizona, afectaría, de convertise en ley, a la ciudad de Nueva York.
Si se aprueba una reforma migratoria, queremos estar preparados, saber lo que la ciudad necesitaría para apoyar a nuestros vecinos. Pero ahora, lo importante es expresar al Congreso federal que no podemos estar con más familias separadas, con más readadas, dijo la edil Darlene Mealy, demócrata de Brooklyn, tras la audiencia pública.
Por eso, el Comité de Inmigración del Concejo va a proponer a todos los ediles que se apruebe una resolución de la ciudad de Nueva York en la que se rechacen las redadas migratorias y se urja al Congreso realizar una reforma migratoria integral, según afirmó el edil Kendall B. Stewart, presidente de este comité.
Necesitamos una respuesta a este problema ya. Estamos esperando soluciones y debemos presionar de alguna manera al Congreso, apuntó el Stewart, demócrata por Brooklyn, que llegó hace 35 años como inmigrante procedente de la isla caribeña de St. Vincent.
Al mismo tiempo que comenzaba la audiencia pública, Javier H. Valdés, de la New York Immigration Coalition portaba en las escalinatas del ayuntamiento una foto con las lágrimas de dolor de la separación de las niños estaodunidenses cuyos padres, indocumentados, han sido deportados a sus países de origen. En el cartel, una imagen: la de Tomasa Mendez, una niña de 2 años, cuyo padre guatemalteco se encuentra detenido desde el 6 de marzo por las autoridades migratorias en una redada que realizaron en su trabajo. En el cartel, tambén, hay un mensaje: Que paren las lágrimas, las separaciones de las familias.