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Source: El Diario
Subject: Workplace Justice
Type: Media Coverage

Protestan contra restaurante coreano

Miembros de la organización Se Hace Camino Nueva
York
realizó ayer
una manifestación frente al restaurante coreano Ondal Korean B.B.Q. de Queens,
para demandar la devolución de salarios y horas extras no pagados al inmigrante
mexicano Odilón Ramírez, de 31 años.

Cuando los manifestantes llegaron al 161-16 de Northern Boulevard,
sede del restaurante, se encontraron con la sorpresa de que éste estaba cerrado
por una orden de la oficina del Marshall, desde el pasado jueves 12 de junio.
En un documento pegado a la puerta se leía que el casero había tomado posesión
legal del inmueble, e identificaba al dueño del restaurante como
Dal Myeon.

Odilón Ramírez dijo que trabajó en Ondal Korean B.B.Q.
durante un año y nueve meses, con un salario de $350 semanales, de 10:30 de la
mañana a 10:30 de la noche (12 horas), seis días a la semana. Su día de
descanso era el martes.

"Yo empecé como lavaplatos
y luego trabajé como
ayudante de cocina. Yo ganaba $350 y el otro coreano que hacía mi mismo trabajo
ganaba $1,200 semanales. El restaurante era muy concurrido y se trabajaba
duro", relató.

El problema comenzó cuando el dueño del
negocio empezó a atrasarse en el pago del
salario del
trabajador, según Ramírez, acumulando una deuda de cuatro semanas, por lo que
éste se vio en la necesidad de pedir prestado para poder pagar el alquiler de
su vivienda.

"Yo me di cuenta que él me estaba engañando y decidí irme.
Fui a la organización Se Hace Camino Nueva York y ahí me están brindando ayuda
legal y están tratando de que el dueño me devuelva los salarios atrasados y las
horas extras, que según calcularon asciende a unos $71 mil", dijo Ramírez,
quien es de Guerrero, México, donde tiene a sus esposa y a una niña, y lleva 3
años viviendo en los Estados Unidos.

Julissa Bisonó, de la organización Se Hace Camino Nueva York, dijo que sus abogados llevaban 5 meses negociando con el
dueño del restaurante y que ya habían llegado a un acuerdo mediante el cual
éste se comprometía a pagarle 30 mil dólares a Ramírez por beneficios laborales
adeudados.

"Pero hace dos semanas el dueño cortó la comunicación con
nosotros, ni siquiera nos cogía las llamadas, y por eso hemos venido a
protestar", dijo Bisonó, asegurando que ya su
organización tiene experiencia en casos de empleadores que cierran sus negocios
y se mudan a otro sitio "para no cumplir con sus ex empleados".

"Nosotros vamos a seguir luchando para que Ramírez reciba
los beneficios que se le adeudan", indicó Bisonó.

Ayer
domingo no fue posible ubicar al propietario del restaurante.