Manhattan – La mayoría llegó a la ciudad directo a la secundaria, aunque sin hablar pizca de inglés. Cuando falta poco para graduarse, seis alumnos hispanos de dos secundarias que reciben jóvenes recién llegados al país piensan que su camino difícil en las aulas de Nueva York no se equipara con la satisfacción de tener un título y una carrera.
Nombre: Katherine Tabares [miembro de Se Hace Camino a Nueva York]
Edad: 17 años
Escuela: International High School at La Guardia Community College
Cuando llegó al país: 2010
Katherine sueña con ser ingeniera ambiental, porque desde niña se ha involucrado en iniciativas pro defensa del ambiente. Quiere hallar nuevas fuentes de energía o alternativas para el tratamiento del agua.
“Cuando llegué aquí me sentí como en casa”, dice en referencia a su escuela donde comparte el aula con jóvenes de más de 15 nacionalidades distintas. “Ya había visto gran parte del contenido de matemáticas, pero en ciencias dibujaba lo que no comprendía para hacerme entender”.
Para pagarse sus estudios, ahorra lo que gana de su trabajo como asistente de una de sus profesoras. Mientras lo logra, ella cursará un año más en el programa Early College de su escuela, que le permitirá asistir a clases en La Guardia Community College.
“Mi familia me inculcó que nada es más importante que la educación”, dice la caleña que recién ganó una beca de United We Dream y cree que los momentos agrios son el precio por tener oportunidades que nunca tendría en Colombia.
Nombre: Zuleika Luna
Edad: 19 años
Escuela: Gregorio Luperón HS
Cuando llegó al país: 2008
La primera prueba amarga que Zuleika pasó al mudarse a Nueva York fue cursar tres años más de estudios, aunque en su Santiago natal había casi culminado la secundaria. Hoy esta dominicana destaca en el cuadro de honor de su escuela.
Sin embargo, su sueño de ser una profesional valió más la pena que los tres años perdidos y el esfuerzo por hacer amigos. “Por suerte, los profesores siempre me ayudaron y mi experiencia previa me sirvió para ser mejor en clases”.
Zuleika ama las matemáticas y quiere estudiar ingeniería en la universidad. “Me gusta lograr lo que nadie me cree capaz de hacer”, cuenta quien aspira a tener su casa propia y darle lo mejor a su mamá.
La joven, quien será la primera en su familia en terminar secundaria, fue aceptada en University at Albany-SUNY para cursar su carrera.
Nombre: Antonio Rangel
Edad: 18 años
Escuela: International High School at La Guardia Community College
Cuando llegó al país: 2002
Antonio cruzó la frontera desde México para reencontrarse con sus padres y, luego de seis meses de su llegada a Nueva York, en su escuela lo ascendieron a octavo grado por su buen rendimiento.
Desde allí, su historia escolar ha sido un camino en ascenso. “Me gustan las matemáticas y al llegar aquí encontré que ya sabía mucho de los contenidos, por eso se me hizo fácil”, recuerda este nativo de Puebla que aún sufre con las humanidades.
“Entre amigos siempre nos hemos ayudado para corregir nuestro inglés”, expresa este aspirante a ingeniero civil que hará un año más de estudios en el programa Early College, en La Guardia Community College.
Mientras, trabaja en un restaurante para ahorrar dinero para sus estudios. “Tengo planeado que me regresaré a México a hacer mi master y trabajar”, dice sin titubear. Será el primero en su hogar en ser un profesional.
“Creo que la experiencia de ser inmigrante ha hecho que me gusten más los retos dificiles”, asegura este mexicano que aspira construir un edificio famoso como el Empire State.
Nombre: Jonathan Espinal
Edad: 19 años
Escuela: Gregorio Luperon HS
Cuando llegó al país: 2008
También nativo de Santiago, Jonathan se mudó a la ciudad con su madre y tres hermanos al terminar el noveno grado en República Dominicana. “Fui aceptado en la Gregorio Luperón por pura coincidencia, porque mis notas no eran buenas”, dice quien ahora destaca entre los mejores alumnos de su instituto.
Una vez en la escuela, dice se sintió como en su país. Pero adaptarse a la ciudad fue un trago amargo. “Recuerdo cuando salí corriendo de un deli porque no le entendía al dueño, quien ahora se ríe de mí cada vez que me ve”, rememora.
En clases no la tuvo fácil. “No estaba preparado para el cambio”, explica aludiendo que la nostalgia por sus abuelos lo complicó todo. “Poco después mi abuelo me dijo que, aunque era duro estar separados, él quería verme graduado antes de morir”. Su sueño se cumplirá este verano.
El joven estudiará enfermería en Borough of Manhattan Community College. “Allá no pensaba el daño que me estaba haciendo siendo tan conformista, pero hoy todo vale la pena”.
Nombre: Licelotte Fernández
Edad: 17 años
Escuela: Gregorio Luperón HS
Cuando llegó al país: 2007
El futuro de Licelotte es la ingeniería. Sus fuertes son matemáticas y física, dice con seguridad. Esta joven dominicana, nacida en La Vega, no piensa en vicisitudes, sino en opciones de postgrado y sus deseos de recorrer el mundo.
En su primera escuela, sus compañeros eran crueles y se burlaban de su peso y su inglés.
Pero eso no la amilanó. Pasó un año tomando tutorías de inglés para seguir el ritmo en el aula. “Siempre he sido buena alumna, pero aquí en la Gregorio Luperón la gente te apoya y hay programas de extensión que te hacen avanzar más”.
Licelotte piensa que dejar su nación fue una sabia decisión. “Aquí puedo obtener la ayuda financiera para terminar mi carrera”, expresa la dominicana que en otoño ingresará a SUNY.
Nombre: Wilmer Sánchez
Edad: 18 años
Escuela: Gregorio Luperon HS
Cuando llegó al país: 2008
Wilmer aún recuerda lo incómodo que fue estudiar matemáticas en inglés. “El idioma me hizo tan difícil aprender los temas nuevos”, expresa este salvadoreño, que cursará su carrera de diseño gráfico en Hostos Community College.
“Mi idea es mejorar mi promedio para transferirse a John Jay College y hacer mi carrera de cuatro años”, comenta el joven con facilidad para crear y construir cosas. “Yo me imagino siendo un profesional exitoso, trabajando y viajando mucho”, dice este apasionado de los aviones, quien en abril viajó con sus compañeros de escuela a la República Checa.
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