Nueva York/edlp Agentes federales de inmigración están entrevistando a presos de las cárceles de Nueva York, violando sus derechos y empezando 3,000 procesos de deportación al año.
Saquen a ICE (Servicios de Inmigración y Control de Aduanas) de las cárceles, gritaron en unísono ayer las cerca de 150 personas en la Iglesia Judson Memorial, Manhattan, donde se anunció que organizaciones pro-inmigrantes lograron un pacto con el comisionado del Departamento de Correccionales de Nueva York para regular el acceso de ICE a presos en las cárceles.
Por lo menos 13,000 presos de Rikers Island (la cárcel más grande de la ciudad) han empezado procesos de deportación desde el 2004, revelaron activistas que obtuvieron las cifras a través del Freedom of Information Act.
Dentro de Rikers, donde hay 105,000 detenidos por año, los oficiales de ICE interrogan a prisioneros sin identificarse, vestidos en ropa casual, violando su derecho a permanecer en silencio y de tener a su abogado presente, denunció Javier Valdés, director ejecutivo de Se hace Camino en Nueva York.
La Coalición del Alto Manhattan para los Derechos del Inmigrante, Nuevo Movimiento Santuario y Se Hace Camino en Nueva York lanzaron ayer la campaña para regular la intervención de ICE en las cárceles anunciando el acuerdo con Martin F. Horn, comisionado de Correccionales de Nueva York.
Los presos serán notificados cuando ICE pida entrevistarlos, y además se les pedirá autorización para recibirlos, explicó el reverendo Giovanny Sánchez, del Nuevo Movimiento Santuario.
Aunque el Departamento no tiene la obligación de informar a los presos, el Comisionado se comprometió y ya estamos adelantando los formularios y el entrenamiento de oficiales, aseguró Stephen Morello, portavoz del Departamento de Correccionales.
El Departamento de Correccionales no pregunta sobre el estatus de los presos, solamente lugar de nacimiento, y esa es la información que dan a ICE cuando ellos la piden, agregó Morello.
De los 4,000 presos entrevistados anualmente por ICE, 3,000 entran en proceso de deportación y a 3,200 se les impone una orden de retención, según los datos obtenidos por activistas.
Una orden de retención es cuando la cárcel retiene al preso por orden de ICE aún después de cumplir su sentencia o de haber sido declarado inocente, explicó Jennifer Brown, defensora pública para Federal Defenders of New York.
Según la Asociación de Abogados de Nueva York (New York Bar Association), 3,979 presos en Rikers Island recibieron órdenes de retención en el 2007 y después fueron enviados a Texas, Alabama o Louisiana para iniciar el proceso de deportación.
Rikers solamente puede retener a un preso con una orden de retención por 48 horas después de ser puesto en libertad, explicó Morello.
Pero eso no siempre sucede.
Este verano, la Clínica de Servicios de Inmigrantes de la Universidad de Nueva York ganó una demanda por $145,000 contra el Departamento de Correccionales por haber retenido por 30 días a un preso, Cecil Harvey, bajo una orden de retención, recordó Alisa Wellek, abogada del caso.
El cuñado de la colombiana Florentina Williams fue recogido por ICE en Rikers después de ser declarado inocente y hoy está en un centro de detención en Texas en su proceso de deportación. El no sabía que ICE estaba esperándolo, aseguró Williams.
En el 2008, ICE tuvo a 300,000 inmigrantes esperando que su caso fuera sentenciado y según la Organización Human Rights Watch, este año, se espera que la cantidad supere los 400,000.
De su lado, la oficina regional de ICE respondió que el programa de Criminal Alien en prisiones, incluyendo Rikers, permite que los agentes ordenen la retención presos inmigrantes que hayan sido arrestados por crímenes en la comunidad.