NUEVA YORK – En una misa en la Iglesia Luterana Sion en El Barrio un grupo se reunió esta mañana para hacer un llamado a los congresistas a frenar la práctica de permitir a agentes federales de Inmigración a interrogar a los reos en las cárceles de la ciudad antes de que estos sean condenados -algo que temen empeore con Comunidades Seguras-, un programa que permite que los agentes federales accedan información sobre todos los detenidos.

"Esto no promociona la seguridad sino la inseguridad", dijo el padre Fabián Arias, originario de Argentina.

El Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York transfiere a 3,000 a 4,000 personas a las autoridades federales de Inmigración y Aduanas, o ICE, por sus siglas en inglés, según datos obtenidos por organizaciones comunitarias incluyendo Make the Road New York.

Estas organizaciones, unidas bajo el nombre The New Sanctuary Coalition of New York, mantienen que entre los transferidos están "residentes permanentes muchos de los que tienen antecedentes penales".

Uno de ellos, el dominicano Jose Reyes, dijo: "Yo perdí a mis hijas que fueron removidas mientras que yo estaba detenido". Reyes, de 48 años, fue arrestado tras ser asaltado. Según él, fue retenido por ICE durante dos meses por un crimen de no gravedad – posesion de narcóticos – en 1997.

"Por un delito menor me intentaron deportar", dijo Reyes, un residente legal. Eventualmente, un juez redujo el crimen de un delito menor a una violación y su caso fue cerrado.

El Departamento de Correccionales asegura que protege los derechos de los encarcelados.

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