Skip to content
Know Your Rights
Source: El Diario
Subject: Housing & Environmental Justice
Type: Media Coverage

Señalan Condiciones Precarias en Viviendas de Booklyn

Nueva York
— Sin una regadera, el techo a punto de derrumbarse, las ventanas rotas, una
puerta de salida sellada, con chinches en las habitaciones y golpeada por el
representante del dueño ha tenido que vivir una mujer en un apartamento en
Bushwick, Brooklyn por 16 años.

(Make the Road by Walking member) María Quintanilla, una salvadoreña de 47 años, es una
de las víctimas de los caseros del área que no quieren arreglar los edificios
donde viven en su gran mayoría inmigrantes pobres, para que lleguen personas
con mejores recursos, según el resultado de la investigación hecha por un grupo
de jóvenes, quienes participaron en el proyecto Sistema de Información Geográfica
(GIS) en la escuela secundaria Academy of Urban Planning.

A Quintanilla se unieron ayer
decenas de jóvenes, líderes comunitarios y otros inquilinos que tienen
problemas similares y se quejan de ser maltratados verbal y físicamente.
Gritando "Que reparen". "Aquí estamos y no nos vamos", estaban todos frente al
edificio localizado en el 198 de la avenida Knickerbocker, un edificio que
tiene más de 100 violaciones, según Javier Valdés, coordinador de proyectos
especiales de la Coalición de Inmigración en Nueva York.

"La súper del edificio me contestó
que para qué arreglar, si del país de donde venimos no conocemos ni los
‘toilets’", dijo Quintanilla mientras señalaba las condiciones de su edificio
donde vive con sus tres hijos de 13, 14 y 15 años de edad. "También me dijo que
los chinches se acabarían si me los como con tortillas".

Hace tres semanas cuando Quintanilla
le pidió a Carla Guevara que le renovara el contrato, ella le contestó que
tenía que darle $200 más en efectivo o que no le renovaría, pero al negarse
recibió golpes en la cara, según la inquilina.

"Ya estoy cansada de tanta
humillación y maltrato. Aunque tengo miedo por sus amenazas, ahora rompo el
silencio para decir ¡ya basta! Quisiera vivir en un apartamento decente ", dijo
Quintanilla.

Guevara quien vive cerca al edificio
no estaba en su apartamento para dar declaraciones, según uno de sus hijos,
quien no quiso abrir la puerta. Poco después llegó en un auto negro, pero al
ver a la prensa decidió irse sin dar ningún comentario.

"Por medio del proyecto encontramos
que Bushwick tiene la concentración más alta de violaciones de vivienda que en
toda la ciudad de Nueva York. Este edificio tiene más de 100 violaciones, y el
apartamento de Quintana tiene más de 15 violaciones", dijo Jannelly Lahoz, quien
trabaja para la organización Camino al Andar.

Valdés pidió a las personas que se
sientan abusadas llamen al 311 y denuncien a sus caseros.