El DREAM Act no sólo se ha convertido en el tema latino de mayor importancia en el estado de Nueva York, sino también es la legislación que está poniendo a prueba el peso político de la comunidad.
Durante la conferencia conocida como “Somos el Futuro” —que concluye hoy— no hubo panel o recepción en donde no se mencionara el Acta del Sueño. La intención de los políticos latinos que organizan el evento anual, era aprovechar la ocasión para presionar tanto al gobernador Andrew Cuomo como a legisladores que votaron en contra de la propuesta de ley el lunes pasado. Este tipo de movida político deja atrás la imagen que ha tenido la conferencia en los últimos años, de ser sólo una sede de fiestas sin resultados concretos.
De hecho, el analista político Angelo Falcón explicó en uno de sus reportes que en la conferencia de invierno que SOMOS organiza todos los años en Puerto Rico, fue donde el evento recobró su “utilidad como una red política seria”. En esa oportunidad, SOMOS sirvió como sede de parte de las negociaciones para elegir a la primera presidenta latina en el Concejo Municipal. El alcalde Bill de Blasio, quien fue clave en impulsar la victoria de Melissa Mark-Viverito, también asistió a la conferencia en Albany, convirtiéndose así en el primer alcalde de la ciudad en hacerlo en 20 años.
El frustante trayecto del DREAM Act provocó un tono más agresivo y directo de los legisladores demócratas latinos en sus demandas hacia el gobernador, algo que rara vez se ha visto desde que Cuomo asumió la gobernación del estado en 2010.
“No puedo creer que un estado como Texas, bajo el gobernador [republicano] Nick Perry, haya aprobado el DREAM Act desde 2001”, dijo el senador José Peralta (D-Queens) en un desayuno organizado por varios sindicatos laborales la mañana de ayer. Peralta es copatrocinador de la legislación.
Según el asambleísta Francisco Moya (D-Queens) —autor de la propuesta de ley— “si tres de los cuatro líderes en la Legislatura estatal apoyan el DREAM Act, no veo razón para que esto no se haga realidad”, dijo refiriéndose al gobernador Cuomo, al líder de la Asamblea Sheldon Silver y al colíder del Senado Jeff Klein, quien es aliado de los republicanos. De hecho, días antes, Moya dijo a El Diario que el presupuesto del gobernador no incluía nada de la agenda latina y que para el Dream Act era la oportunidad de reivindicarse.
Moya fue parte del grupo de asambleístas latinos que se reunió a puertas cerradas con el gobernador el viernes, primer día de la conferencia SOMOS, pidiéndole que se incluya el DREAM Act en el presupuesto estatal, el cual se debe aprobar el primero de abril próximo. Aunque ninguno de los legisladores quiso dar detalle de lo que se discutió, todos aseguran que el gobernador estuvo dispuesto a cabildear internamente para atraer más apoyo hacia el DREAM Act.
SOMOS también fue escenario de la llegada de decenas de estudiantes indocumentados, quienes estuvieron ayer en el edificio legislativo protestando sobre el poco impulso que —según ellos— el gobernador le ha dado a tan importante medida para la comunidad latina en general.
“Educación, no deportación”, gritaban los “dreamers”, mientras abarrotaban los pasillos, muchos vestidos con toga y birrete azul.
Si el DREAM Act llega a incluirse en el presupuesto estatal de este año, la victoria será un gran logro para la comunidad y para el gobernador Cuomo, quien busca su reelección este en noviembre.
Por otro lado, si esta legislación no llega ni siquiera a ser llevada a votación nuevamente, los activistas dicen estar preparados para movilizar a votantes y recordarles sobre quienes obstruyeron el sueño de miles de inmigrantes.
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