Para la comunidad inmigrante la decisión del gobernador Andrew Cuomo de suspender el programa Comunidades Seguras es un mensaje político fuerte de rechazo la política de inmigración del gobierno federal.
"Ya tenemos tres estados: Washington (DC), Illinois y Nueva York, y eso obviamente le está mandando un mensaje al gobierno federal y a Obama. ICE ha mentido y ha utilizado este programa para convertirlo en una herramienta de deportación y esa no fue la intensión del programa", dijo Nydia Velázquez a EL DIARIO/LA PRENSA.
Para Ana María Archila, co-directora de Se Hace Camino Nueva York, el mensaje es que los estados están dispuestos a rechazar las imposiciones del gobierno federal si éstas están causando impactos negativos en las comunidades.
"El hecho que el gobernador suspenda el programa en parte porque el Departamento de Seguridad Nacional no fue honesto en su presentación, es importante y le quita legitimidad al programa, lo que tiene relevancia nacional", dijo Archila.
Para Chung-Wha Hong, directora de la Coalición de Inmigrantes de Nueva York, el impacto de esta decisión es enorme y va a movilizar a otros estados a hacer lo mismo.
Michelle Waslin, analista política del Immigration Policy Center, esta decisión pone en evidencia las dudas sobre este programa y obligan al gobierno federal a dar explicaciones.
Al mismo tiempo, dijo Waslin, hace pensar en si la política del presidente Obama de endurecer la mano en la persecución de inmigrantes indocumentados para poder pasar una reforma migratoria fue acertada, ya que por más que aumentan las deportaciones el debate no se acerca a una reforma.
Según cifras de la agencia de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), 31 jurisdicciones en Nueva York ya activaron Comunidades Seguras y se ha deportado a 45 personas a través del programa.
A pesar de que ICE dijo en un comienzo que el programa era voluntario, en sus últimos comunicados la agencia ha dicho que el programa es obligatorio y que las jurisdicciones no pueden cancelarlo.
Sin embargo, el Memorando de Acuerdo (MOA) firmado entre el gobernador David Paterson y ICE establece que "cualquiera de las partes, con 30 días de aviso por escrito a la otra parte, puede terminar el MOA en cualquier momento".
Un vocero de la oficina del gobernador explicó que, desde ayer, todas las jurisdicciones deben suspender el programa.
Para Mizue Aizeki, el hecho de que exista esta confusión demuestra una falta de transparencia del programa y refuerza la necesidad de una suspensión total a nivel nacional.
El gobernador explicó que el programa será suspendido hasta que el inspector general de Departamento de Seguridad Nacional concluya la auditoría que anunció el mes pasado.
Para la comunidad inmigrante el siguiente paso es lograr que el presidente Obama termine el programa en forma total.
"Hemos visto una falta de transparencia y honestidad en el gobierno federal. Ya no podemos confiar en el Departamento de Seguridad Nacional cuando habla de este programa y es tiempo que el presidente tome en serio las críticas que se han levantado en todo el país y más recientemente en Nueva York", dijo Chris Newman, director legal del National Day Laborers Organizing Network.
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