Más de un centenar de personas participaran este lunes en la tercera marcha anual Translatina para concientizar sobre el respeto hacia la comunidad transgenero, luchar contra la discriminación sexual y laboral, celebrar la diversidad y exigir un trato digno por parte de las autoridades del vecindario de Jackson Heights, en Queens.
“Todos hemos sido víctimas de ataques homofóbicos en algún momento”, dijo Bianey García, una mujer transgénero mexicana de 24 años, que trabaja para el proyecto de justicia LGBTQ de la organización Make the Road Nueva York. “Mi novio no pudo ir por dos semanas a trabajar luego de que unos hombres nos insultaron y lo golpearon salvajemente en Jackson Heights sin ninguna razón”, contó García.
Jackson Heights es un vecindario predominantemente de inmigrantes y también la casa de una de las comunidades transgenero más grandes de Nueva York. A la altura de la calle 37 y la avenida Roosevelt hay por lo menos 8 clubes, así como salones de belleza y restaurantes que hacen parte de la comunidad LGBTQ y cuyos comerciantes estarán exigiendo respeto para sus negocios y sus vidas.
García dijo que a los comités semanales que hacen en el proyecto LGBTQ de Make the Road asisten al menos 30 personas transgenero, pero que en total cuentan con más de 200 miembros.
“Es difícil conseguir trabajo y lo peor es que siempre relacionan una mujer transgenero con prostitución, lo que abre el camino para el abuso”, comentó.
En una estudio llamado “Transgresive Policing: Police Abuse of LGBTQ communites of color in Jackson Heights”, la organización Make the Road realizó más de 350 encuestas sobre los abusos verbales y físicos contra la comunidad por parte de la policía. El 51% de los encuestados reportó acoso verbal, el 47% físico y el 37% físico y verbal.
“No somos una enfermedad contagiosa que va a enfermar a los niños ni a nadie, eso es lo que queremos que la comunidad entienda y que respeten nuestra diferencia”, concluyó García.