& El castigo al que deben enfrentarsetransgéneros en las cárceles de inmigración es doble, no sólo por ser indocumentadas sino porque su orientación sexual no está definida oficialmente dentro del sistema carcelario, según denunciaron víctimas y activistas.
“No se lo deseo a nadie, es como morir en vida”, exclamó María, una transgénero que llegó a vivir a Nueva Yorkhace 10 años, escapando de la persecución que sufría en Ciudad de México.
María, de 32 años, dijo que conoció “el verdadero infierno”, mientras estuvo recluida —en 2010— durante cinco meses en una cárcel de inmigración, tras ser detenida en Pensilvania, donde fue puesta en una celda de confinamiento solitario.
Karina Claudio, líder de Se Hace Camino Nueva York, afirmó que las denuncias de las transgénero que recibe su organización por persecución “son el pan de cada día”.
Señaló además que “para evitar ser puestas en celdas de confinamiento solitario, en los centros de detención deberían colocarse a las transgéneros en los pabellones con el género que las identifique”.
Janeth es otra transexual mexicana que, a finales de 2011, estuvo encerrada en un centro de detención y no sólo fue puesta en solitario, sino que no tenía acceso a las hormonas que debe tomar a diario. “Me sentía morir, porque si no tomo más hormonas dejo de sentirme mujer”, aclaró la mujer, de 26,que está en proceso de deportación.
La historia de Isabella, de 34, no es diferente. En 2012, permaneció en un centro en Luisiana por ocho meses. Las burlas eran constantes cada vez que pedía un sostén para sus prótesis. “Me respondían que los hombres no usan esas cosas”, narró.
Un consejero de un centro de detención en Nueva Jersey —que pidió no ser identificado— reveló que el trato a las personas confinadas en solitario es infrahumano. “Existen muchas violaciones de derechos humanos y una de ellas es el suministro de tranquilizantes a las personas que están en confinamiento para tenerlas calmadas”.
El profesional indicó que, durante el primer trimestre de este año, por lo menos 10 transexuales —todas hispanas— fueron presionadas para que firmaran su deportación voluntaria.
No hubo respuesta del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) respecto a la situación que viven estas personas en estos espacios.
Iván Espinoza-Madrigal, director legal del Centro para el Derecho y la Política del VIH, opinó que “irónicamente, las condiciones de las personas que no tienen documentos, son peores si se compara con las personas que han sido acusadas por algún delito criminal grave”.
A comienzos de 2012, tras varias quejas de abuso, ICE creó la Unidad de Custodia de Protección Especial para Gays y Transgéneros, en el centro de detención de Santa Ana, California, la única de este tipo que existe en el país.
Para ver el articulo original, haga un clic aqui.