Javier Valdes es Vice-Director de Se Hace Camino Nueva York
La Administración Obama ha dado otro paso adelante en el tema de inmigración. Por todos los aspectos irracionales y costosos de las leyes de inmigración, la limitación de que personas no pueden regresar a su familia a los EE.UU. por tres o diez años, dependiendo a su tiempo de estadía en el país anteriormente, es uno de los peores aspectos del sistema.
En la actualidad, los ciudadanos de EE.UU. y residentes permanentes legales se enfrentan a obstáculos burocráticos innecesarios y peligrosos en la obtención de residencia permanente para su cónyuge o un hijo. Ellos tienen que presentar una petición de visa, y una vez que la petición es aprobada y la cita para la visa programada, el cónyuge o hijo tiene que viajar a un consulado de EE.UU. en su país de origen para ser entrevistado. La salida de ellos activa una barra de 3 años-o-10 a la re-entrada a los EE.UU. para muchos aspirantes (aquellos que son indocumentados y que han estado viviendo en los EE.UU. por más de 6 meses). La renuncia necesaria de la barra debe ser aplicada para el solicitante mientras se espera en su país de origen. La decisión sobre la renuncia a menudo toma semanas, meses o incluso más de un año en completarse. Mientras tanto, las familias son separadas y los cónyuges y los niños se ven obligados a esperar en situaciones potencialmente peligrosas hasta que una decisión se haga y se puede completar su proceso de visa y regresar a los EE.UU. con su documento de residente legal permanente (“green card”).
Ahora, gracias a este cambio por la administración del Presidente, los inmigrantes que tienen hijos o esposo/a Estadounidense podrán permanecer en el país con sus familias mientras se aplica una exención a la barra. A continuación, tendrá que pasar poco tiempo en cualquier otro consulado de EE.UU. en el extranjero, donde todavía se tiene que ir a tener su entrevista final y obtener su estatus de residente permanente legal. Es un cambio de sentido común que ayudará a miles de familias en todo el país.
Quizás la parte más absurda de esta situación fue cómo la burocracia de la agencia inmigración se puso en el camino de la unidad familiar. El gobierno no debe interponerse en el camino de mantener unidas a las familias.
Este cambio es una solución simple, agiliza la burocracia y da prioridad a mantener las familia unidas. Creemos que estos mismos derechos se deberían extenderse también a residentes permanentes legales.
Esto es un paso adelante. El Presidente tiene la autoridad para dar alivio a millones de personas a través de su poder ejecutivo. Este anuncio, junto con la reciente directiva de ICE, está demostrando que el Presidente está dispuesto a utilizar ese poder.
Para leer el articulo original, haga clic aqui.