Por años, ha existido una vía directa de la escuela a la cárcel para muchos jóvenes en comunidades de color en Nueva York. Desde una temprana edad, estudiantes empiezan a ser tratados como criminales dentro de sus propias escuelas —siendo esposados, suspendidos, y hasta arrestados por incidentes menores, y empezando cada día pasando por detectores de metal. Jóvenes tratados como criminales en la escuela no suelen tener el mismo éxito en la vida. Muchos terminan en la cárcel.
Lo he visto con mis propios ojos. Hay más policías que consejeros estudiantiles en nuestras escuelas, y los alumnos sienten que la sociedad espera que vayan a la cárcel en vez de ir a la universidad. Acabo de graduarme de la escuela secundaria, pero sigo dedicada a eliminar esta vía de la escuela a la cárcel. Y nuestra ciudad debe estar al frente de este esfuerzo.
Recientemente escuchamos buenas noticias para los que deseamos un fin de políticas disciplinarias punitivas. El Equipo de Liderazgo del Alcalde sobre el Ambiente y Disciplina Escolar, convocado este año, emitió una serie de recomendaciones que incluyen reducir las suspensiones y arrestos escolares y colectar más datos para entender mejor los problemas en nuestras escuelas.
La administración del alcalde Bill de Blasio, quien convocó este grupo y ya ha tomado medidas para reducir los arrestos y suspensiones en las escuelas, respondió con entusiasmo y se comprometió a incorporar estas recomendaciones en sus políticas públicas. La administración ya ha emitido una nueva declaración de misión acerca del tema, que incluye un compromiso a “reducir el uso de suspensiones como una herramienta disciplinaria y eliminar el uso de citaciones policiales y arrestos para incidentes menores en las escuelas mientras que mejoremos la seguridad escolar”.
Es el momento para acción fuerte. En 2011, Se Hace Camino Nueva York, con varios aliados, trabajamos para pasar el Acta de Seguridad Estudiantil, la cual por primera vez dio a la luz pública lo que muchos ya sabíamos: demasiados jóvenes latinos y afroamericanos estaban siendo desviados de las escuelas a las cárceles tras arrestos y suspensiones por incidentes menores.
La situación ha mejorado bajo el liderazgo del alcalde De Blasio, pero todavía hay grandes brechas raciales en el uso de suspensiones y arrestos. Las comunidades de color y estudiantes discapacitados siguen siendo mucho más afectados. Y todavía no tenemos los datos acerca de cientos de arrestos de estudiantes por la policía, todas las suspensiones, y el uso de esposas y otras herramientas de control (que han sido utilizados en niños de sólo cinco años). Esperamos recibir estos datos pronto.
Las nuevas recomendaciones del Equipo de Liderazgo reconocen estos desafíos y muestran un compromiso para reformar la ciudad.
El próximo paso será crítico. En los próximos meses, el Alcalde, el Departamento de Educación, y el Departamento de Policía van a trabajar para convertir estas recomendaciones en políticas públicas. Mientras tanto, deben de asegurar que los jóvenes de color —quienes hemos sido los más afectados por este problema— sigan siendo parte de esta conversación, y dando a saber cómo estamos siendo tratados en nuestras escuelas. Además, necesitamos recursos dedicados a implementar estos cambios efectivamente.
Estamos en buen camino, pero no podemos parar.
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