Skip to content
Know Your Rights
Source: El Diario
Subject: Workplace Justice
Type: Media Coverage

Viernes, un día sin pan para apoyar a quienes ya no lo harán

Este viernes está previsto que sea el último día en el trabajo de 31 panaderos de una de las empresas más conocidas de la ciudad, Tom Cat Bakery. Todos latinos inmigrantes. Y todos quedarán sin trabajo porque en marzo el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) hizo una auditoría de la empresa y solicitó los documentos de estos para poder trabajar.

Los 31 tuvieron una ampliación de plazo para proporcionar estos documentos hasta el viernes pero de no hacerlo tendrán que dejar la empresa para la que muchos de ellos han trabajado durante más de una década. Los trabajadores y la organización laboral que les une, Brandworkers, se han organizado en lo que consideran una campaña del ICE en los lugares de trabajo y quieren que el viernes no se coma pan en la ciudad. Se pide como un gesto de solidaridad y protesta a la política antiinmigrante de Donald Trump “sobre una población que es la columna vertebral de la economía de la ciudad”, según una comunicación de los trabajadores.

Trabajadores de Tom Cat además de organizaciones como New York Immigration Coalition, RWDSU,  Food Chain Workers Alliance, Make The Road New York y ACLU People Power están haciendo circular una petición tanto a restaurantes como tiendas y consumidores. La consigna es no comprar, vender, servir o comer pan.

Algunas de estas organizaciones se han unido a Brandworkers, para protestar frente a la casa neoyorquina de Trump en la Quinta Avenida. Políticos como la defensora del pueblo, Letitia James, el contralor Scott Stringer, la presidenta del condado de Manhattan Gale Brewer y concejales como Brad Lander se han comprometido a apoyar a estos trabajadores que están representados por abogados con Servicios Católicos de Migración y el Urban Justice Center-Community Development Project.

La consigna del día sin pan como protesta a un sistema de inmigración que no funciona ha encontrado eco en un restaurante como Colors de Manhattan, en el que no se servirá. Samesa y Harvest & Ravel Catering en Brooklyn donarán a un fondo para los trabajadores la mitad de las ganancias de su venta de sánduche.

Los trabajadores de esta panadería artesanal, que desde marzo saben que su puesto de trabajo peligra tras la auditoría, se han organizado y se mantendrán así. En el mismo comunicado, uno de ellos, Elías Rojas afirmaba que su lucha no acabará cuando “salgamos de Tom Cat por última vez el 21 de abril. Estamos unidos a otros trabajadores inmigrantes en el país e iremos a la huelga del 1 de Mayo para hacer más fuerte nuestra lucha contra el sistema de inmigración cruel de América. No nos damos por vencidos”.

Para ver el articulo original, haga click aquí.