Decenas de inmigrantes indocumentados y activistas se manifestaron este martes frente a la residencia del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, en la capital del estado (Albany), para volver a pedir la creación de un impuesto especial para las mayores fortunas de la región con el objetivo de sufragar servicios para los más necesitados.
Entre gritos de ‘Cuomo es una vergüenza’ o ‘El pueblo unido jamás será vencido’, los participantes desfilaron frente a la residencia del gobernador simulando una fila para recibir pan, como las muchas que se han multiplicado en Nueva York como consecuencia de la crisis económica desatada en Nueva York como consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
La asociación Make the Road, una de las ONG más activas de Nueva York, aseguró que el Gobierno estatal ha cortado un 20 % los presupuestos de educación, sanidad y otros servicios como consecuencia de los 14.200 millones de dólares de déficit presupuestario que afronta el estado por culpa del coronavirus.
En un breve comunicado, aseguran que la introducción de un impuesto especial que grave a las mayores fortunas de Nueva York permitiría recaudar hasta 585.800 millones.
Make the Road, junto a otras asociaciones sociales y activistas y varios políticos y legisladores locales, ha lanzado una campaña de presión para exigir la introducción de una ley que contemple este nueve impuesto.
Así mismo, piden ayudas para los trabajadores indocumentados que han perdido su trabajo por culpa de la crisis y se han quedado fuera de los paquetes de alivio federales y estatales, así como que se condene el pago de los alquileres a las personas que no pueden pagarlo como consecuencia de la situación económica.
‘El rechazo del gobernador Cuomo de imponer impuestos a los más ricos, también impide al estado crear un fondo para los trabajadores excluidos para apoyar a más de 500.000 neoyorquinos que no reciben ni ayuda estatal ni federal’, asegura la nota.
Nueva York es el estado de EE.UU. más golpeado por la pandemia, con cerca de 33.000 muertos de los alrededor de 170.000 registrados en el país, según datos de la Universidad Johns Hopkins, mientras que el país registra más de 5,4 millones de casos confirmados de la COVID-19 y 170.453 fallecidos.