NUEVA YORK
Más de 18 millones de dólares semanales en salarios y horas extras son
retenidos ilegalmente a los trabajadores de la ciudad por sus propios
empleadores, según se denunció ayer durante el comienzo de una campaña para
detener esta práctica abusiva.
Miembros de
la Coalición para Evitar el Robo de Salarios, acompañados por activistas y
funcionarios electos, se reunieron en horas de la mañana frente al
establecimiento Scoop NYC del SoHo, en Manhattan, que ha sido denunciado por
retener medio millón de dólares en horas extras a sus empleados.
Ana María Archilla, co-directora ejecutiva de SeHace Camino Nueva York dijo que
el robo de salarios es rampante en la ciudad y bordea los mil millones de
dólares al año. Este dinero podría ser
usado en alimentos, alquileres y útiles escolares, dijo Archilla al anunciar un proyecto de ley
destinado a enfrentar este problema.
La senadora
estatal por Brooklyn y
Savino, explicó que los negocios que pagan a sus empleados exactamente lo que
les corresponden no deberían estar en desventaja frente a las compañías que
retienen salarios a las familias trabajadoras. Savino agregó que esto no sólo
perjudica a estas familias que están tratando de sobrevivir en una dificultosa
economía, sino a todos los contribuyentes
estado de Nueva
El
asambleísta estatal Carl Heastie (D-Bronx) indicó que el proyecto de ley Acta
para la Prevención de Robo de Salarios tiene el objetivo de cambiar esta
práctica al incrementar multas y aumentar la protección a los trabajadores que
denuncien a sus empleadores inescrupulosos. Asimismo, señaló que la ley
agregará herramientas para que el Departamento de Trabajo y los tribunales puedan
investigar los casos y recuperar realmente el dinero adeudado a los
trabajadores.
Por su
parte, Annette Bernhardt,
Proyecto Nacional de Trabajo, dijo que cada semana en la ciudad hay más de
300,000 trabajadores a los que no se les paga el salario mínimo ni horas
extras.
La
coalición está integrada por trabajadores de bajos ingresos junto a
organizaciones sin fines de lucro, pequeños negocios y activistas laborales.
Modesta
Toribio, una empleada inmigrante, dijo que durante seis años, había trabajado
Declaró que cuando empezó ganaba $5 por hora y ahora recibe $6.60. Mi jefe
sabe que está violando la ley, pero se siente confiado en que nunca será
obligado a pagar lo justo, dijo la mujer.
Una
empleada de Scoop (473 Broadway) identificada sólo
ofrecer comentario sobre la denuncia y que el propietario de la tienda nunca
viene por aquí.