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Source: El Diario
Subject: Workplace Justice
Type: Media Coverage

Denuncian aumento de robo de salarios por subcontratistas

“La otra semana le pago”. “Deje de molestar tanto”. “Qué quiere que haga si a mí no me han pagado”. “A mí no me importa que usted no tenga pa’ comer”. “Si me sigue llamando le echo a ‘La Migra’”. Esas son algunas de las frases que diariamente cientos de trabajadores informales escuchan por parte de subcontratistas que se “aparecen como ángeles” en momentos de vacas flacas, y luego de ponerlos a trabajar con salarios de solo $80 por el día entero, principalmente en labores de demolición, pintura, construcción y limpieza, se niegan a pagar y terminan borrándose del mapa.

Eso le pasó al ecuatoriano Mauricio Jiménez, quien en el 2014, tras la angustia de llevar tres semanas sin trabajo, fue contratado por un paisano suyo en obras de construcción, y no solo le “robaron” su pago sino que terminó siendo el malo de la película.

“El tipo empezó pagando bien, pero luego ya me daba poco, no me daba la semana completa, solo partes, y al final ya no me volvió a pagar y me quitó dos semanas. Lo llamaba y lo llamaba y lo buscaba en su casa, pero se molestó conmigo, se puso tenso y nunca me pagó”, comentó el inmigrante, quien decidió demandarlo, y aunque ganó el caso en la corte tras dos años de batalla, finalmente el dinero se perdió.

“Se desapareció y nadie sabe nada de él. Seguramente sigue haciendo esto como un negocio, sigue contratando más trabajadores, los roba y desaparece, pues ese es el modus operandi de muchos subcontratistas que lucran a cuenta de los trabajadores y cambian de celular, de nombres de compañías o de lugares de trabajo”, agrega el inmigrante, quien en enero del año pasado volvió a caer en las garras de otro empleador deshonesto.

“Me volvió a pasar con otro paisano ecuatoriano. Me quedó debiendo un mes, pero ahí, gracias a la ayuda de esta organización se llegó a un acuerdo y me pagó los $2,500 que me debía, porque los abogados lo llamaron y seguramente a él le dio miedo que se corriera la voz o que se metiera en problemas”, agregó Jiménez, al tiempo que contó sobre otras tácticas sucias que suelen aplicar.

“Muchos pagan cada quince días y se inventan una semana de ‘security’ que no se sabe por qué es, y siempre va a quedar ese dinero faltante porque esa semana se queda en el aire y al final, si son honestos, pagan el resto pero esa no la pagan”, dijo el trabajador, advirtiendo a quienes tienen historias similares que denuncien y luchen por sus pagos.

“Eso que hacen ellos es un asalto en el que uno sabe quién es la persona y cuanto le robo, y sabiendo esos datos uno puede denunciar y la justicia tarde o temprano llega y se les frena el negocio sucio que están montando”, dijo el ecuatoriano.

El salvadoreño José Francisco López, padre de cinco hijos, también cayó en las redes de los empleadores avivatos, y le fue peor, porque hasta su vida estuvo en juego.

“Yo quería cobrar mi sueldo y me decían que ya me habían pagado, me enredaban y pasaron semanas que no me pagaron, pero eso no fue lo peor sino que una vez el patrón hasta me tiró una máquina encima para matarme porque recibí una llamada”, comentó el inmigrante, quien quedó deshabilitado y ahora depende de su hijo de 17 años, quien sostiene a la familia, trabajando en un lavadero de carros y en una pizzería. “Mi jefe me terminó robando como unas cinco semanas, no me dio compensación por un accidente que tuve y aunque llevo año y medio con el caso en la corte, aún no me han podido recuperar nada, pero sigo en la lucha porque eso va a salir bien”, agregó el trabajador, quien siente rabia de que los empleadores “jueguen con el hambre” de familias enteras.

Estafas en aumento

Los casos de Jiménez y López son solo una pequeña muestra de una realidad que cada vez es más común. Modesta Toribio, defensora de los derechos de los trabajadores de la organización Make the Road Nueva York, aseguró que las estafas de subcontratistas han ido en aumento, pero advirtió que con datos básicos se pueden recuperar los salarios. Esta organización recibe en sus oficinas un promedio de 300 denuncias al año.

“Esta práctica se ha vuelto muy común, especialmente en el área de la Roosevelt, en Queens, donde yo recibo semanalmente entre 5 y 7 casos de robo de salarios de inmigrantes a los llevan a trabajar duro y luego no les contestan el teléfono y no les pagan, pero es importante que ellos sepan que tienen derechos y que podemos ayudarlos a que les den su dinero”, aseguró la activista, al tiempo que agregó que el 80% de los casos que manejan tienen un final feliz para el trabajador.

“Muchos trabajadores no tienen idea que pueden recuperar el dinero y dejan a los contratistas que se roben su plata, pero si no se hace nada contra ellos, no solo van a perder su derecho de obtener su salario sino que van a seguir haciéndole eso a otras personas”, comentó la dominicana, quien pidió que los trabajadores siempre tengan información precisa del contratista como la dirección donde vive, nombre completo, teléfono, placa del carro que usa y hasta fotos del empleado en el sitio de trabajo.

La activista afirmó además que en esta lucha para que se respete la dignidad de los trabajadores sería muy útil si hubiera leyes más fuertes que persigan más a los subcontratistas aprovechados, por lo que  mencionó que al Departamento de Labor del Estado le hace falta un seguimiento más feroz de los “mala paga” y más prontitud en el manejo de los casos.

El Estado debe hacer más

Daniel Dromm, concejal del distrito de Jackson Heights y miembro del Comité de Labor del Concejo Municipal, destacó que los asuntos laborales en Nueva York están delineados por el Estado y advirtió que aunque en 2011 se aprobó el Acta de Protección Salarial que protege a los trabajadores, necesita fortalecerse más a través de la organización y la educación.

“La ley está ahí, pero seguimos escuchando gente que trabaja y no le pagan, por lo que es importante seguir el trabajo que estamos haciendo desde el Concejo con fondos para advertirle a todos los neoyorquinos, tengan papeles o no, que las leyes los cubren y que todos los trabajadores tienen sus derechos y pueden reclamar si son víctimas de jefes que no les pagan”, advirtió el líder político de Queens, quien pidió que se incrementen los castigos a los subcontratistas “ladrones”.

“Ellos son criminales y están haciendo algo terrible, por lo que es necesario verlos como delincuentes y darles mayores castigos incluso enviarlos a la cárcel, porque no podemos permitir que victimicen a personas vulnerables que están cayendo en sus manos”, agregó Dromm.

Rafael Espinal, presidente del Comité de Asuntos del Consumidor, lamentó especialmente que muchos subcontratistas pretendan legitimar el robo de salarios amenazando a los trabajadores con ‘La Migra’, y advirtió que ordenará una investigación más exhaustiva sobre esta problemática para ponerle freno a los empleadores abusivos.

“Los trabajadores deben recibir un pago por el trabajo que realizan y nunca ser intimidados por los empleadores que desean explotar su estado migratorio”, dijo el concejal de Brooklyn, donde se reportar muchos de estos robos de salarios. “Como presidente de la Comisión de Asuntos del Consumidor del Concejo, haré que el personal investigue y estudie estos abusos para asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible para lograr que los neoyorquinos reciban salarios que se han ganado con trabajo duro y que han sido robados por propietarios de negocios turbios”.

Cristóbal Gutiérrez, defensor laboral de Make the Road NY advirtió que los trabajadores que han sido víctima de lo que describió como un negocio endémico no deben permitir que violen sus derechos.

“La ley dice que cualquier día trabajado en este país, independientemente del estatus migratorio, debe ser pagado conforme a la ley del estado en el que se está trabajando, al menos el ingreso mínimo correspondiente”, dijo el chileno mencionando que organismos como el Departamento de Labor, las fiscalías y hasta las cortes de pequeños reclamos están prestas a ayudar. “Aunque cada caso es diferente hay que pedir ayuda, pero lo ideal es que si hay varias personas a las que les está pasando lo mismo se unan y van a ser más exitoso”.

Es un delito

El Departamento de Trabajo de Nueva York, que tiene una unidad de ayuda de salarios no pagados, advierte que los empleadores que no cumplen con sus obligaciones salariales están cometiendo un delito, considerado menor y hace un llamado a que las víctimas presenten sus reclamos.

“El Departamento de Trabajo ayuda a cobrar los salarios adeudados a los trabajadores que no han recibido el salario mínimo, una vez que nos presentan un reclamo. Las normas laborales investigan y se esfuerzan por recopilar estos reclamos para salarios pendientes de pago, salarios retenidos, deducciones ilegales y también hacemos cumplir las reglas que prohíben a los empleadores tomar sobornos ilegales de los salarios”, advierte ese organismo.

La Fiscalía General del Estado también ha lanzado una dura batalla para recuperar los salarios robados de los trabajadores y aseguran que en el último año lograron pagos pendientes de más de $2.7 millones que beneficiaron a más de 1,500 empleados en casos civiles y penales. Desde el 2011 el monto supera los $30 millones.

 

“Como Fiscal General, estoy comprometido a luchar en nombre de los trabajadores de Nueva York para asegurar que obtienen un pago justo por cada jornada de trabajo”, aseguró Eric Schneiderman. “Seguiremos luchando todos los días en favor de las familias trabajadoras de Nueva York”.

 

Dónde pedir ayuda

  • Si usted tiene una queja acerca de su empleador, no dude en llamar al 311 y solicitar la Oficina de Normas Laborales del Departamento de Asuntos del Consumidor
  • El Departamento de Labor del Estado ofrece ayuda en la línea 888-469-7365 o a través de la página https://www.labor.ny.gov/home/
  • Asimismo puede llamar a la línea del distrito de Nueva York al 212-775-3880
  • La organización Make the Road NY tienen una oficina especializada en ayuda a recuperar salarios. Para ayuda llame al 1877 466 97 57 o visite sus sedes en el 301 Grove St, en Brooklyn, 161 Port Richmond Ave, en Staten Island o 92-10 Roosevelt Ave, en Corona, Queens
  • En Make the Road de Queens puede llamar al 718 565 85 00 ext 4472 a Modesta Toribio
  • En la oficina de Make the Road en Brooklyn puede llamar al 718 418 76 90 a Nieves Padilla.
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