Se espera que con las recientes presiones de legisladores neoyorquinos y las reuniones del alcalde Adams en Washington, aparezca un “salvavidas” para la Ciudad que se declara con el “agua al cuello”.
Han transcurrido exactamente 14 meses desde que oficialmente la Ciudad de Nueva York declaró que encaraba una crisis migratoria. Cuando ya los primeros 4,000 de solicitantes de asilo provenientes mayoritariamente de países sudamericanos, habían ocupado espacios en el sistema de albergues municipales, en el verano de 2022, el alcalde Eric Adams mandó los primeros gritos de auxilio al gobierno federal.
Luego de más de un año de esta solicitud, el número de inmigrantes que han sido recibidos y atendidos por el gobierno municipal, ya supera los 90,000. En este punto, 57,000 están bajo el cuidado de la Ciudad, en cuanto a alojamiento, alimentación y servicios básicos. Y el llamado de Adams a la Casa Blanca, no ha tenido hasta ahora ninguna respuesta.
Con el “agua al cuello”, ante la falta de espacios para alojar a más personas que siguen llegando en masa desde la frontera sur con México, y luego de cientos de peticiones públicas, el mandatario municipal se reunió esta semana con el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas.