Al menos 25 trabajadores inmigrantes, en su mayoría mexicanos, que habían sido despedidos tras denunciar abusos laborales en un restaurante de Manhattan serán compensados e inclusive restituidos en sus puestos, anunció la oficina del Fiscal General de Nueva York.
“Nunca pensé que Veranda me pagaría los salarios que me debían ni creí que rendirían cuentas por sus represalias contra mí después que reclamé mis derechos como trabajador”, dijo regocijado Isidro Suárez, uno de los trabajadores beneficiados por el acuerdo alcanzado.
Se hace camino Nueva York (Make the Road New York), una organización pro inmigrantes y que defiende los derechos civiles de los trabajadores, tuvo conocimiento de la explotación que éstos sufrían y les conminó a formalizar la denuncia ante la oficina del Fiscal General.
La investigación de la fiscalía que duró varios meses determinó que el restaurante Veranda, localizado en la exclusiva área del West Village neoyorquino, no estaba pagando los salarios a los trabajadores conforme a la ley y que cuando éstos reclamaron, fueron despedidos.
“Cuando recibí la noticia que el Fiscal General había llegado a un acuerdo con mi expatrón, estaba tan feliz que yo no lo podía creer. Quiero dar las gracias a Make the Road New York por defender los derechos de los trabajadores y por conectarnos con la fiscalía. Si no hubiera sido así, no estaríamos celebrando esta victoria, estamos muy agradecidos”, agregó Suárez, nativo de México.
De acuerdo a la fiscalía, los propietarios del restaurante Veranda tendrán que pagar $150,000 en restitución para los empleados que se les pagaba menos del salario mínimo y no recibían pago de horas extras conforme a la ley, además de $50,000 dólares en indemnización por daños y perjuicios, pérdida de salarios y las sanciones por despedir inapropiadamente a los dos trabajadores.
“Intimidando a los empleados para que guarden silencio, las represalias del empleador socavan las protecciones básicas de los derechos laborales. Ahora Veranda tendrá que rendir cuentas por la violación de las leyes que protegen a los trabajadores más vulnerables de nuestro estado “, dijo el Fiscal General Eric T. Schneiderman.
Schneiderman aseguró que su oficina perseguirá agresivamente a los empleadores que despidan a trabajadores por defender sus derechos, especialmente durante tiempos económicos difíciles, cuando tantos trabajadores tienen miedo de perder sus puestos de trabajo.
Marco Jacal otro trabajador mexicano que fue despedido por Veranda, destacó que el acuerdo por el Fiscal General, “se hace justicia y es un ejemplo para frenar la explotación laboral”.
“Significa mucho para nosotros saber que hay instituciones que hacen rendir cuentas; esto hace que sea más fácil para que cualquier trabajador, cuyos derechos han sido violados, pueda reclamar”, enfatizó Jacal.
Terri Gerstein, jefe de la división de Asuntos Laborales de la fiscalía explicó que el salario mínimo de Nueva York es de $7.25 por hora y el estado requiere que los empleadores paguen a los trabajadores 1½ veces su tasa regular de pago por cada hora extra de trabajo, después de una jornada de más de 40 horas en una semana determinada.
Cuando ciertas condiciones se cumplen de forma precisa, los empleadores pueden pagar a un empleado que recibe propina un salario ligeramente inferior por hora. Sin embargo, los gerentes y otros que no sirven al público podrían no tomar una parte de las propinas recibidas, agregó Janet Sabel, Vice Fiscal General Ejecutiva para casos de Justicia Social.
“Cuando los empleados de Veranda exigieron al empleador cumplir con la ley, el restaurante trató de cubrir sus pistas despidiendo a los trabajadores que tuvieron el valor de reclamar”, reveló Deborah Axt, co-directora de Se Hace Camino Nueva York.
De acuerdo con Axt, “este es exactamente el tipo de la violación de la ley que Se Hace Camino Nueva York está trabajando para combatir cuando ayudamos a promover la Ley de Prevención de Robo de Salarios”.
La fiscalía amplió que es ilegal que los empleadores tomen represalias contra los trabajadores que reportan violaciones de las leyes laborales. La Ley de Prevención de Robo de Salarios, en vigor desde abril del año pasado, generó instrumentos adicionales para defender a los trabajadores que experimenten represalias, incluyendo daños y perjuicios de hasta $10.000 por cada instancia de represalia. Una parte importante de la solución atribuible a las represalias se basa en los nuevos remedios disponibles únicamente bajo la nueva ley.
La investigación reveló que Veranda dejó de pagar a muchos empleados el salario mínimo y horas extras, y que distribuyó ilegalmente propinas a los gerentes. También mostró que Veranda despidió dos empleados poco después de conocer que habían contactado a la organización Make the Road New York, para denunciar las prácticas ilegales de pago de la compañía.
El acuerdo judicial le prohíbe a Veranda, ubicado en 130 7th Avenue en Greenwich Village, tomar represalias contra empleados que se considera que han cooperado con la investigación o los empleados que van a recibir los salarios pendientes de pago bajo el acuerdo.
Además, la cantidad de restitución reembolsa a los empleados por propinas que fueron tomadas por el gerente del club, en violación de las leyes laborales federales y estatales. La oficina del Fiscal General seguirá de cerca las prácticas de empleo de Veranda por los próximos dos años.
Varias organizaciones defensoras de los trabajadores vienen coordinando acciones con la oficina del Fiscal General para garantizar la vigencia del salario mínimo en Nueva York, haciendo énfasis entre los más vulnerables, como es el caso de los inmigrantes.
A mediados del mes de enero, la fiscalía dispuso el arresto de dos comerciantes coreanos, Hwan Kyun Kim y Jeong Sook Lee, por no pagar los salarios a varios de sus trabajadores.
En febrero, varios trabajadores inmigrantes del supermercado de Golden Farm en Brooklyn denunciaron condiciones de explotación y de inmediato el Fiscal General abrió una investigación.
Para leer el articulo original, haga clic aqui.