Con gritos de inconformidad y al ritmo de un Mariachi, cientos de personas alzaron sus voces en contra de las deportaciones de inmigrantes.

La migra está cogiendo a nuestra gente y mandándola dejando a los niños aquí sin sus padres.

No queremos más deportación, no más separación de familias.

La marcha comenzó en la plaza Cadman en Brooklyn, luego cruzaron el puente y terminó con una manifestación en el Parque de la alcaldía donde algunos funcionarios electos se dirigieron a la multitud. El Concejal Daniel Dromm dice que estas deportaciones crea una atmósfera de miedo en la comunidad inmigrante.

"La comunidad inmigrante no tiene confianza en el Departamento de Policía porque ellos creen que si ellos necesitan ayuda la Policía va a usar esta oportunidad donde ellos hablan con la comunidad o tienen una interacción con la gente, que ellos van a usar esto para deportarlos", dijo el concejal Daniel Dromm.

Según los directivos de "Se Hace Camino Nueva York", la organización que convocó esta marcha, el Departamento de Correcciones de la ciudad entrega cada año entre 3.000 a 4.000 inmigrantes indocumentados a la agencia de inmigración para ser deportados.

Ellos indican que muchas de estas personas fueron detenidas por pequeñas ofensas.

"Como saltarse, no comprar el boleto del tren, o pasarse una luz en rojo. Muchas veces esas personas terminan en las cárceles de la ciudad, dentro de las cárceles de la ciudad hay oficinas de la migra. La ciudad de Nueva York está permitiendo que la migra tenga acceso a todas las personas que entran a las cárceles no importa si son inocentes o culpables", dijo Ana María Archila de Se Hace Camino NY.

Y según los organizadores, el alcalde Bloomberg tiene el poder para detener estas deportaciones.

"El alcalde puede decir, poner restricciones de como actúan las agentes federales en nuestras cárceles. Es nuestra casa, nosotros ponemos las reglas", dijo Javier Valdés de Se Hace Camino NY.

Los manifestantes pidieron al Concejo Municipal y al acalde Bloomberg a que aprueben un proyecto de ley que prohíbe al departamento de correcciones que subsidie los esfuerzos de la agencia de inmigración de deportar a todo detenido que no tenga documentos migratorios, a menos que haya sido hallado culpable de un crimen violento.