Con la reforma migratoria en peligro, los poderosos senadores de Nueva York, Charles Schumer y Hillary Clinton, rehuyen liderazgo en el tema.
Están dispuestos a que no les arrebaten sus voces. Son 12 millones de indocumentados en el país, unos 700 mil en la ciudad de Nueva York que están peleando hasta el último segundo para que el Senado de Estados Unidos presente una propuesta de ley que sea favorable al mayor número de inmigrantes, y así pueda continuar el debate para una reforma migratoria integral.
Por eso, desde el lunes se intensificarán las acciones para lograr sus objetivos, con vigilias a la puerta de las oficinas de los senadores, llamadas constantes, envío de faxes y cartas e incluso un viaje a Washington DC para reunirse con los congresistas.
"Estas dos próximas semanas son claves y todavía en el Senado no se han puesto de acuerdo para presentar una propuesta de ley y que ésta sea favorable. Exigimos a nuestros senadores Clinton y Schumer que asuman su liderazgo y que dejen las buenas intenciones y pasen a la acción", dijo Javier H. Valdés, director de proyectos especiales de ‘The New York Immigration Coalition’, que agrupa a 200 organizaciones pro inmigrantes.
Desde las oficinas de los senadores por el estado de Nueva York, Hillary Clinton y Charles E. Schumer, las respuestas son vagas. EL DIARIO/LA PRENSA les preguntó en tres ocasiones cuál va a ser la estrategia que van a seguir. También, si van a apoyar un posible acuerdo con la propuesta de la Casa Blanca que no permitiría un camino hacia la ciudadanía, entre otros puntos o con la propuesta 2611, presentada por el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid para comenzar con el debate entre los senadores -una medida que murió el año pasado en medio de una pugna partidista, y que incluía la construcción de un muro en la frontera sur, un programa de trabajadores huéspedes y una vía para la legalización para algunos de los inmigrantes-.
"La senadora Clinton votó el año pasado por la 2611 y este año tiene que ver la propuesta del compromiso (con la Casa Blanca). Ella está esperando el debate en el Senado para que finalmente reformemos el sistema roto de inmigración", afirmó Nina Blackwell, su portavoz.
El Senador Charles E. Schumer no especificó sus planes y a través de su portavoz Risa Heller se limitó a hablar de Reid: "El Senador Reid está utilizando la 2611 para comenzar el debate y esperemos que nos lleve a una reforma de inmigración integral, que incluya un camino para la ciudadanía, un sistema justo para el futuro de la inmigración y la seguridad de las fronteras", apuntó la portavoz Heller.
El tiempo se agota. Son días con largas noches en los que los grupos pro inmigrantes se reúnen para diseñar estrategias y presionar al Senado. Si no sale una propuesta del Senado, la Casa de Representantes no podrá continuar con su proceso.
El peligro, según Douglas Rivlin, portavoz del ‘National Immigration Forum’ en Washington DC, es que se presente una propuesta poco favorable para la comunidad inmigrante.
"Estamos en una situación crítica y debemos movernos rápidamente. Las comunidades inmigrantes deben de empujar al Senado para que logren una buena propuesta. Todavía hay tiempo para lograr una buena reforma", destacó Zahida Pirani, directora del Proyecto de Participación Cívica de Nueva York, del sindicato SEIU, 32BJ.
Desde la organización "Se hace camino al andar" se llama a la acción.
"El plan de la Casa Blanca es horrible y el 2611 es un mal punto para comenzar. No podemos permitir que pasen una reforma mala, porque nos costaría muchísimos años más cambiarla. Ahora es el momento, tenemos la oportunidad para conseguirla y debemos luchar por una buena", subrayó su codirector, Andrew Friedman.