Vine a este país a la edad de dos años. Soy una neoyorquina hasta el final: Nueva York es donde voy a la escuela, donde trabajo, y el lugar que mi familia y yo llamamos hogar.
Pero mi vida aquí, y la vida de mi familia, está en riesgo porque soy una soñadora. Mi única protección de ser separada de mi familia es la acción diferida (DACA).
El gobierno de Donald Trump ya ha empezado a intentar despedazar a familias como la mía, incluyendo detener a los soñadores como yo. Daniel Ramírez, un DREAMer, fue detenido en Washington. Daniela Vargas, también DREAMer, fue detenida en Mississippi. Sin importar si Trump decide derogar DACA, está claro que nuestras familias están bajo ataque.
Pero, para los inmigrantes como yo, hay una lección clave de los primeros meses de la nueva administración: cuando luchamos, ganamos.
Cuando Trump emitió la prohibición de los musulmanes y los refugiados, fue una enorme oposición de nuestras comunidades, junto con la defensa legal, lo que bloqueó estas políticas.
Cuando Daniel y Daniela fueron detenidos, fue una oleada de apoyo popular —protestas, peticiones y más—la que los liberó.
Cuando Trump y Paul Ryan intentaron derogar el Acta de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) y quitar el seguro de salud de decenas de millones de personas, era la gente que tomaba las calles y las oficinas del Congreso la que los derrotó.
A pesar de estas pérdidas, Trump no muestra ninguna indicación de parar su agenda anti-inmigrante. Al no haber aprobado la reforma de salud, Trump ahora quiere aprobar un presupuesto que le permitirá construir un muro que no necesitamos y gastar miles de millones más para aterrorizar a nuestras familias. Pero nuestras comunidades derrotarán su muro y su presupuesto de la misma manera que lo hemos vencido en sus otras prioridades: saliendo a la calle.
Por eso, el 1 de Mayo, a las 5 de la tarde en Foley Square, me estoy uniendo a una coalición de docenas de organizaciones inmigrantes, comunitarias y laborales para reivindicar los derechos de los inmigrantes y los trabajadores.
El 1 de Mayo, necesitamos estar juntos y resistir juntos. Con 50,000 personas en Foley Square, vamos a exigir que Trump detenga sus ataques hacia nuestras comunidades.
Las familias inmigrantes estamos bajo ataque. Los derechos de los trabajadores están en peligro. Y los musulmanes y los refugiados están en la mira de esta administración. Juntos, enviaremos un fuerte mensaje de resistencia contra la agenda de odio de Trump.
El 1 de Mayo, con 50,000 personas en las calles, mostraremos que no vamos a vivir con miedo y que estamos unidos por un futuro mejor para todos los neoyorquinos.
–Yatziri Tovar es miembro de Se Hace Camino Nueva York.
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