Defensores de los inmigrantes tratan de detener la deportación de miles de presos de las cárceles de la Ciudad.
Dicen que una petición de información de registros públicos ha encontrado que cerca de 13.000 prisioneros de Rikers Island han sido puestos en proceso de deportación desde 2004.
Los defensores sostienen que los funcionarios de inmigración incurren en prácticas deshonestas, incluyendo la interrogación de detenidos sin supervisión.
Además, sostienen que los inmigrantes presos desconocen sus derechos como procesados y que la mayoría de veces acaban siendo inocentes de los crímenes que se les imputan.
"El Departamento de Inmigración viene, mira su apellido, su nacionalidad y dice ‘queremos entrevistarlo’. Y nadie lo para. Nadie le avisa al prisionero que tiene derecho a un abogado o a mantener silencio o a rehusarse a la entrevista completamente", dijo Giovanni Sánchez, pastor de la Iglesia Luterana.
"Personas que están esperando su proceso judicial, que la mayoría de veces son inocentes de esos crímenes, ICE les está poniendo órdenes de deportación y muchos de ellos salen inocentes de sus casos, pero ICE los agarra, los saca de ahí y los lleva a otra parte del país", dijo Javier Valdés, vicedirector de "Se Hace Camino NY".
El Departamento de Correccionales informó por su parte que envía información a los funcionarios de inmigración sobre los prisioneros nacidos en el exterior, pero negó que brindara información sobre su estatus migratorio.
A través de un comunicado, un vocero de ICE, siglas en inglés de la Oficina de Inmigración y Aduanas, dijo que los procedimientos en la cárcel de Riker’s Island se ciñen al Programa de Criminales Extranjeros, el cual "identifica, procesa y remueve a los extranjeros presos en las cárceles federales, estatales y locales, incluyendo Rikers Island. Al procesar a estos criminales extranjeros, ICE está salvaguardando la seguridad pública".